Cuando al algoritmo de la red social detecta que uno se encuentra buscando contenido relacionado lo que hace es hacer que aparezca un cartel de alerta en donde se le pregunta al usuario si quiere ser direccionado a un sitio en donde pueda contactarse con alguien para que lo ayude.

Asimismo aparecen otras dos opciones. La primera contactar a un amigo, incluso con la posibilidad de copiar un mensaje ya prediseñado por Instagram para que la persona no pierda tiempo, o impulso en la búsqueda de ayuda, por no encontrar las palabras adecuadas.

La otra opción es más una guía de manejo de crisis en donde aparecen diferentes tips para conllevar la situación al menos durante las primeras horas.

Cuando uno elige la opción de recibir ayuda, en Argentina es direccionado al programa “Hablemos de todo” que creó el ex subsecretario de la Juventud, Pedro Robledo. Allí hay un chat de asistencia que funciona de lunes a viernes de 9 a 20, y sábados y domingos de 14 a 20.

El suicidio y las búsquedas relacionadas con ese tipo de problemas son una cuestión clave en la población que más utiliza las redes sociales: los centennials. Los especialistas tienen identificada a la población de entre 15 a 24 años como una de las de mayor factor de riesgo de suicidio.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada 40 segundos ocurre un suicidio en el Planeta. Pero las cifras desglosadas son aún más impactantes para nuestra región; es que en un contexto en donde entre 2010 y 2016 (último rango temporal sobre el cual se investigó a nivel mundial) mientras los casos registrados se redujeron en un 9,8% en Sudamérica y en el Caribe crecieron.