Pero antes de que la tercera prueba del Campeonato del Mundo de Rallyes de la FIA se enfrente al polvo, todas las miradas se centrarán, como siempre, en Guanajuato, el jueves por la noche, para uno de los mejores momentos del año.

Las calles fuera del museo de la Alhóndiga de Granaditas se llenarán de música, baile y color mientras la ceremonia de salida se pone en marcha. A continuación, los equipos se enfrentarán a dos pasadas por el tramo urbano de Guanajuato (1,12 km), que discurre en parte bajo tierra por los túneles que se remontan a la época en que la ciudad era el centro de la minería de plata del mundo.

El viernes se realiza un bucle de tres tramos en las montañas alrededor de la ciudad. El Chocolate (31,45km), Ortega (17,24km) y Las Minas (13,69km) llevan a los competidores hasta casi 2.800 metros de altitud antes de una corta super especial de superficie mixta en el Parque Bicentenario (2,71km).

Después de la asistencia en León, se repiten las tres especiales de montaña, antes de dos pasadas cara a cara alrededor de un circuito de carreras y un nuevo tramo urbano de 730 metros en el corazón histórico de la ciudad. Se cree que el tramo de asfalto y adoquines es la prueba más corta del WRC.

Este primer día suma 132,86 km de acción, muy poco menos que los 133,74 km del día siguiente que se encuentran en las montañas al norte y al este de la ciudad anfitriona.

El recorrido de la mañana con Guanajuatito (24,96 km), Alfaro (16,99 km) y Derramadero (21,78 km) se repiten por la tarde después de la asistencia. Con otra doble pasada en el circuito de carreras le sigue una corta especial y sinuosa en carreteras al borde del parque de asistencia.

El día final del domingo presenta tres tramos a una sola pasada. Comienza con Otates (33,61 km), el más largo del rallye, seguido por San Diego (12,76 km). La prueba termina con el Wolf Power Stage en El Brinco (9,64 km), lo que eleva el total del día a 56,01 km.

Los 24 tramos suman 324,85 km con un recorrido total de 959,25 km.