Colón arrancó una nueva semana movida. La derrota ante Talleres agudizó aún más la crisis futbolística y deparó en la renuncia de Diego Osella, que se veía venir a raíz de los magros resultados. Fue así como la dirigencia no perdió tiempo y fue a buscar a Eduardo Domínguez para que tome las riendas. 

Es una situación límite y todos los saben, incluso el entrenador, que aceptó el desafío con todo lo que eso significa. Más que nada, porque el plantel necesita un golpe de efecto en busca de una respuesta convincente dentro del campo de juego y para volver a ganar tras nueve cotejos, que la postre lo llevaron a caer a zona de descenso.

Obviamente hubo que convencer al DT y prácticamente decir que sí a todas sus solicitudes (logística, viajes en avión, premios extra y otros detalles más), ya que los que fueron apuntados en su momento no quisieron venir a Santa Fe. Pero el Barba le tocó afrontar una situación compleja en su primer ciclo y por eso entendió que hay material para seguir dando pelea.

Estaba previsto que este miércoles llegue a la capital de la provincia para firmar su contrato ante un escribano público y hacerse cargo del grupo desde este jueves, por eso el que arrancó los entrenamientos fue el DT de la reserva, Pablo Bonaveri. 

Seguramente Domínguez ya tiene una radiografía del plantel y de las necesidades, que por cierto son muchas, pero entendiendo también que laburar en lo anímico será fundamental, ya que las reservas emociones están por el suelo y para mejorar es fundamentar levantar.

Una misión exigente, pero que no amilana al DT.  El próximo lunes tendrá la primera medida visitando a Rosario Central, desde las 21.10, con transmisión de LT10 AM 1020 y FM "X" 103.5 y ahí se verá si hay atisbos de querer dar vuelta la historia.