Balearon a la hermana del principal testigo que acusó a Alvarado
Mariana Ortigala recibió dos de los 27 disparos de los sicarios. Su hermano declaró contra el hombre detenido por asociación ilícita e instigar un crimen
El Edén es un barrio ubicado al este de la ruta A-012, en la ciudad de Roldán, y tiene toda la apariencia de ser un lugar donde nunca pasa nada extraordinario. Pero ayer esa sensación se rompió, según cuenta una rtículo del diario LaCapital.
A las 9.15 de la mañana Mariana Ortigala estaba abriendo la puerta de su Fiat Argo rojo cuando fue atacada a balazos por dos hombres que bajaron de un auto negro. Lo que puede presentarse como un hecho de inseguridad no lo fue. Es que la mujer es hermana del principal testigo de la causa contra el supuesto narcotraficante Esteban Lindor Alvarado y el mensaje tiene un claro tinte mafioso, quizás para que el familiar de la mujer atacada y que anoche estaba fuera de peligro cierre su boca.
Los vecinos de la mujer confiaron que el auto del cual bajaron los pistoleros esperó al menos media hora a escasos 100 metros del punto de ataque. Entonces los hombres bajaron empuñando tres pistolas y le dispararon al menos 27 balazos calibre 9 milímetros. Dos de esos plomos alcanzaron a Ortigala en el abdomen y en la pierna izquierda. La mujer, de 41 años, corrió bajo fuego unos 50 metros hasta que logró refugiarse saltando el tapial de una vecina. En su vehículo quedaron las marcas de ocho impactos de balas.
Sin custodia
Mariana Ortigala es una vecina de barrio El Edén, a la altura de la garita 11 de la vieja ruta 9 y al este de la A-012, a unas 30 cuadras del centro de Roldán. Calles de tierra, casas que en su mayoría son de fin de semana o descanso con piscinas. En las dos horas en la que el equipo de La Capital trabajó en la zona solo vio a un vecino de a pie y algunos otros transitando en autos. Tranquilo es una buena palabra para definir el lugar. "Esto siempre es así. Es un barrio relativamente nuevo. Construidos en loteos que empezaron en el año 2000/2001. Todos nos conocemos. Es lo que se ve. Un barrio donde no hay, o no había, motivos para estar preocupados", contó una vecina que cambió el centro de Rosario para instalarse en las afueras de Roldán. "Hasta diciembre pasado estábamos más tranquilos aún porque esa casa tenía custodia de Prefectura, con un auto y una cabina. Pero con el cambio de gobierno la custodia desapareció", explicó la mujer en referencia a la casa que ocupa Ortigala.
¿Quién está detras del ataque? ¿Es el hombre a quien el hermano de la víctima acusó por sus negocios ilícitos? ¿O podría haber algún grupo interesado en que las miradas fueran hacia lo más obvio? Preguntas que sobrevuelan el expediente judicial que se abrió ayer.
¿Quién es?
El hecho ocurrió sobre calle Dulcinea de Toboso al 1600, entre San Pedro y Madre Teresa. Allí, en una coqueta pero sencilla vivienda reside Mariana Ortigala con su pareja. La mujer es hermana de Rodrigo Ortigala, un ex testigo protegido que perteneció al círculo íntimo de Esteban Lindor Alvarado, actualmente detenido e imputado como organizador de una asociación ilícita que cometía un sinnúmero de tropelías, entre ellas asesinatos. Además está acusado como autor intelectual del crimen del prestamista Lucio Maldonado y ataques contra objetivos del Poder Judicial.
Pero Rodrigo Ortigala se enemistó con Alvarado en 2012 y se presentó ante fiscales del Ministerio Público de la Acusación (MPA) a declarar en su contra con el afán de recuperar una propiedad que, según evidencias que presentó, su antiguo amigo le había quitado extorsivamente. En la primera audiencia contra Alvarado, Ortigala pidió ser identificado de modo que la divulgación pública de su actuación en la causa fuera su resguardo. Y en las distintas audiencias que se llevaron adelante contra esta banda se pudo ver entre los asistentes tanto a Rodrigo como a Mariana, la mujer ayer atacada.
Desde ese momento tanto él como su hermana tuvieron custodia permanente. Pero eso duró hasta diciembre pasado, cuando la misma fue retirada. Desde el MPA se informó que el 11 de abril pasado se les ofreció a los Ortigala ingresar al sistema de protección de testigos, lo que implicaba salir de la provincia, pero no lo aceptaron.
No obstante hasta ayer a las 9.15, cuando Mariana fue atacada, contaban con un régimen de custodia pasiva de la policía en la que ellos solicitaban la presencia de un patrullero si era necesario o informaban que todo estaba en calma. Ambos hermanos administran una oficina en un edificio de barrio Azcuénaga que en julio pasado fue atacada a balazos. En principio se infirió que el ataque era para ellos, pero en realidad era para el dueño del edificio quien ya había sido amenazado.
La esperaron
Los vecinos contaron que Mariana es de movimientos rutinarios. "Esto pasó a la hora en la que ella siempre sale a trabajar", explicó una residente de la cuadra. Fue a las 9.15 cuando Mariana salió de su casa para subir a su Fiat Argo rojo que ya estaba estacionado sobre la explanada de ingreso al garaje. Sus movimientos eran tomados por al menos dos cámaras de videovigilancia en el frente de su domicilio, y por otra media docena de cámaras de casas ubicadas en un radio de 100 metros. Sin que ella lo supiera, a menos de 100 metros tres ocupantes de un auto negro estaban al acecho observándola.
Cuando Mariana estaba cerrando la puerta de su casa, el conductor de ese auto puso primera y circuló la corta distancia que lo separaba de su objetivo. Cuando pasaron la línea del Fiat Argo, dos de los ocupantes se bajaron del vehículo y como en un capítulo de una serie policial arremetieron a balazos contra la mujer. Uno de los atacantes tiraba con una pistola en cada mano, dijeron las fuentes. "Se escuchó una banda de tiros, más de 20 seguro y fue en dos secuencias", comentó un vecino que reside a unos 50 metros del lugar del ataque. "Fue una balacera infernal. Nadie se animó a salir. Fue una sensación muy fea", agregó otra vecina.
La descarga de plomo al blanco de los pistoleros hizo que Mariana no pudiera abrir la puerta del auto. Emboscada, la mujer rodeó la trompa del Fiat arrastrándose y corrió semiagachada unos 40 metros, hasta la casa de una vecina. Como pudo, con dos balazos en el cuerpo (uno en la pierna izquierda y otro en el abdomen) trepó el tapial y se refugio en la vivienda.
Desde allí Mariana llamó a su hermano Rodrigo y éste a la Fiscalía Regional y a la policía. La mujer fue trasladada al Samco de Roldán y de ahí, tras esperar más de una hora y media, fue trasladada al Hospital de Emergencias de Rosario bajo una escolta de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE).
En la escena de la balacera confluyeron el subdirector de policía Maximiliano Bertolotti, a cargo de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), y el fiscal Matías Edery, de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos del Ministerio Público de la Acusación. En la escena quedaron 13 vainas servidas alrededor del Fiat Argo de la víctima y otras 14 vainas que fueron recolectadas en la calle. En total dispararon al menos 27 veces y sólo dos tiros impactaron en el cuerpo de Mariana.
El fiscal Edery comisionó a los efectivos de AIC para trabajar sobre la escena para recabar testimonios y las grabaciones de las cámaras de videovigilancia que hay en las fincas del lugar para poder identificar el vehículo de los atacantes.