Yair Atum es un médico rosarino de 32 años y cuando se desató la pandemia de coronavirus estaba de vacaciones en Filipinas junto a su novia. A partir de ese momento, la vuelta al país se tornó un caos que pensó que se había terminado cuando pudo tomar un avión en Madrid el martes para llegar a la Argentina. 

Pensó, bien dicho, porque la realidad a bordo del vuelo fue muy distinta. Sólo una hora y media después de abordar, la azafata comenzó a pedir un médico entre el pasaje para atender a un hombre de 78 años que tenía mucha dificultad para respirar. 

Yair no lo dudó y saltó de su asiento para acercarse hasta esta persona. "Tenía una insuficiencia respiratoria grave. No sabíamos cuál era el origen. La primera medida fue compensarlo", contó el médico a través de "De 10".

Luego de atender al hombre, tanto Yair como otro médico que se encontraba entre los pasajeros comenzaron a interrogar a la familia y ahí se acrecentaron las sospechas: los familiares contaron que hace una semana que esta persona tenía fiebre y tos. También informaron que habían hecho una consulta médica telefónica en España pero no habían tenido una buena experiencia. 

Así, los médicos notaron que los síntomas del paciente eran compatibles con un cuadro de coronavirus, pero todavía faltaban 11 horas de vuelo para llegar a la Argentina. La familia definió que no querían volver a Madrid y que iban a aceptar las medidas que dispusiera la tripulación con tal de llegar a Ezeiza.

Es por esto que el vuelo transcurrió mientras los medicos lo cuidaban y se establecían algunas medidas de prevención: se dispuso un baño privado para este hombre y se repartieron barbijos para todos los pasajeros, entre otras.

"Cuando yo doy las primeras medidas lo hago sin barbijo y sin guantes. Acudí al llamado, y después llegamos a la probabilidad" contó.

En tierra firme

El hombre fue compensado y logró llegar al aeropuerto, donde apenas aterrizó el avión se activó un protocolo de emergencia estricto donde se definió que el enfermo bajara primero junto a su familia, y luego el resto del pasaje.

Tras el adrenalínico vuelo, Yair llegó en colectivo a su casa en Rosario donde guarda cuarentena estricta, pero se lamentó por no tener noticias sobre la salud del hombre al que salvó: "Estoy tratando de comunicarme con Ezeiza para saber, pero no estoy al tanto sobre si los resultados fueron positivos o negativos".

Audio: Escuchá la entrevista completa con Yair Atum