Trump y una caída de imagen abismal tras el desplome económico
El mandatario norteamericano es testigo del comienzo de la caída económica debido a la pandemia de coronavirus, su país se posiciona con alarmantes cifras de contagiados y con el cierre del telón de una década de bonanza.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a defender su gestión de la crisis desatada por la epidemia del coronavirus, que en apenas un mes acabó con diez años de récord de crecimiento ininterrumpido del empleo en el país y supuso un duro golpe para su estrategia de reelección en los comicios de este año.
Mientras, desde Nueva York, epicentro nacional de la Covid-19, el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, reclamó un programa federal de reclutamiento de personal sanitario para hacer frente al pico de la enfermedad tanto en la Gran Manzana como en otros lugares golpeados por el virus.
Con casi 258.000 infectados, Estados Unidos se convirtió en el país con más casos de coronavirus en el mundo, y con 6.586 decesos, es el tercero con más muertos a nivel global, detrás de Italia y España.
Pese al avance de la enfermedad y a que la Casa Blanca dijo que espera por lo menos 100.000 muertos en el país por la pandemia, Trump se resiste a decretar una cuarentena nacional, lo que le valió numerosas críticas.
En una ácida carta al líder la mayoría republicana en la cámara alta, el senador por Nueva York Chuck Schumer, el gobernante volvió a defender su gestión de la crisis y los esfuerzos de su gobierno por comprar y acelerar la distribución de material de protección y respiradores a todo el territorio.
"El gobierno federal es simplemente un respaldo para los gobiernos estatales. Desafortunadamente, su estado necesitaba mucho más respaldo que la mayoría de los demás", escribió Trump en su misiva, en la que afirmó que los estados deberían haber hecho más para almacenar suministros médicos.
En línea con su campaña electoral a las presidenciales de noviembre, el mandatario manifestó que la paralización de la economía con una cuarentena nacional podría ser más perjudicial que el impacto del virus en la salud pública.
Durante meses, Trump se jactó de su buena gestión económica como principal motivo para ser reelecto en los próximos comicios, pero la llegada del coronavirus asestó un duro golpe a su estrategia electoral.
La década de crecimiento récord del empleo en el país terminó de forma abrupta con la pérdida de 701.000 puestos de trabajo debido a la caída de la actividad económica provocada por el brote viral, que ha disparado el desempleo a 4,4 por ciento, el peor índice desde la última crisis financiera en 2008, según los datos revelados hoy por el gobierno.
Pese a la negativa de Trump, 40 de los 50 estados del país, muchos de ellos con gobernadores republicanos, ya han ordenado o recomendado confinamientos en los hogares y teletrabajo, además de cerrar bares, restaurantes y otros comercios y de suspender clases en colegios y universidades.
Incluso, decretaron cuarentenas obligatorias para viajeros de otros estados.