Amazonia: los pueblos originarios, en serios problemas por la pandemia
La problemática se da principalmente en Perú y Brasil; en el primero de los casos por desatención de la salud, en el segundo debido a un largo conflicto regional de orden económico-social.
Los dramas de los pueblos originarios de la Amazonía se ven agravados durante la actual pandemia de coronavirus, de acuerdo con denuncias de sus representantes.
La problemática se da principalmente en Perú y Brasil; en el primero de los casos por desatención de la salud, en el segundo debido a un largo conflicto regional de orden económico-social.
La Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) presentó una denuncia contra el Gobierno peruano ante varias instancias de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA), por el "peligro de etnocidio" que corren las comunidades indígenas amazónicas ante la crisis del coronavirus.
La AIDESEP, que agrupa a nueve organizaciones regionales — donde están asociadas 109 federaciones locales de 1.800 comunidades— señala que la denuncia es debido a "la desatención evidente y la reiterada discriminación a múltiple nivel (técnica, política, económica, sanitaria, cultural, productiva)" que están sufriendo los indígenas amazónicos en los planes y acciones estatales para afrontar la pandemia en el país sudamericano.
En el texto explican que después de los 36 días que el presidente peruano, Martín Vizcarra, declaró la emergencia nacional en el país y decretó distintas medidas para enfrentar la pandemia, "aún no existe un plan de atención para la amazonía indígena, menos todavía una acción sistemática e intercultural con nuestros pueblos".
En Brasil, Ari Uru-Eu-Wau-Wau, de 33 años, participaba en la patrulla de vigilancia ambiental de su tierra indígena contra la ocupación ilegal de tierra y la deforestación para la extracción clandestina de madera, pero fue asesinado.
Su cuerpo apareció sin vida el 18 de abril, víspera del día del Indio en Brasil, en la cuneta de un camino de tierra que lleva para la aldea 621 Jaikara, municipio de Jaru, estado de Rondonia en la región amazónica del norte de Brasil.