El gobierno cubano desmintió la muerte de un disidente por un supuesto ataque policial

El gobierno cubano calificó como "una nueva campaña difamatoria" y una mentira "inescrupulosa" versiones lanzadas por la oposición acerca de la muerte el domingo de un disidente por supuestos golpes de la policía, la cual desató condenas internacionales.


Un comunicado leído en el noticiero nocturno de la televisión cubana aseguró que Juan Wilfredo Soto, de 46 años, murió a causa de una "pancreatitis aguda" tras haber ingresado el pasado fin de semana con un "dolor abdominal intenso" en un hospital de la ciudad central de Santa Clara, donde residía.

El pronunciamiento oficial recoge los análisis realizados en el hospital, que "arrojaron una muerte de tipo natural estableciéndose como causa preliminar shock multifactorial por fallo multiorgánico debido a una pancreatitis" y sin que se observaran "signos de violencia internos o externos".

El texto indicó además que Soto padecía "miocardiopatía dilatada, una hiperlipidemia, exceso de grasa en sangre, una diabetes y hepatitis crónica, producto de hígado graso", reprodujo DPA.

El disidente y Premio Sajarov 2010 del Parlamento Europeo Guillermo Fariñas, también residente en Santa Clara, aseguró el fin de semana que Soto había sido "asesinado" por la policía al detenerlo y propinarle una golpiza en un parque público el jueves, a consecuencia de la cual fue hospitalizado y murió tres días después.

Entre otras reacciones citadas por medios digitales, el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, "condenó" la muerte del disidente y pidió una "investigación independiente" de los hechos, mientras que un portavoz del Departamento de Estado de EEUU se mostró "muy preocupado" por la noticia.

La nota oficial cubana indicó sin entrar en detalles que Soto participó el jueves en una "actividad provocadora" por la que fue detenido por "alteración del orden".

"Fue conducido a una unidad policial y liberado tres horas después sin incidencia alguna", afirmó el texto, que aseguró además que Soto tenía "antecedentes delictivos, como alteración del orden, hurtos y lesiones graves, por lo que cumplió sanción de privación de libertad durante dos años".