Basualdo: "Me gusta estar cada vez que me llama Santa Fe"
Jonatan Basualdo, quien comenzó en Sastre para luego afirmarse desde muy chico en Atlético San Jorge, se refirió a su relación con la Selección de Santa Fe.
Apareció como un pequeño gigante. Tímido, pero incapaz de esconderse por lógicas razones detrás de sus compañeros de turno. Se notaba el entusiasmo pero también la sorpresa por un mundo nuevo que comenzaba a conocer. Jonatan Basualdo iniciaba su recorrido en las selecciones de Santa Fe, un camino que lo llevaría luego a la selección nacional y a la Liga, pero a estar siempre disponible para vestir la camiseta de su provincia. A tal punto que ganó tres títulos en diferentes categorías y no pudo quedarse con el restante por lesión. Conocé su recorrido en primera persona, desde que empezó a picar la pelota en Sastre para luego afirmarse desde muy chico en Atlético San Jorge.
“Mi primera vez en los Argentinos fue en 2011, el año en el que se agregaron chicos de 12 a la categoría Sub 13. Creo que no había salido nunca de Atlético San Jorge. No conocía a nadie en las prácticas y para colmo hubo una preselección así que no sabíamos quiénes íbamos a quedar. Estuve con los Melli Almada y con Toretta de Santa Fe, Lisandro Fernández y Nico Giraudo, que eran los mejores del equipo. El entrenador era Solari, creo que fue el mejor entrenador que tuve en los equipos por lo que sabe y también por cómo llevaba el grupo, porque éramos muy chicos y recién salíamos de nuestras casas para ver si de más grandes podíamos dedicarnos al básquet”, cuenta Basualdo, quien tuvo aporte en ese torneo a pesar de ser de los más pequeños del equipo, claro sólo en la fecha del documento.
“El torneo fue en Gimnasia de Santa Fe y fueron todos partidos parejos. Me acuerdo de la final frente a Buenos Aires que fue muy dura, era un equipazo, por ejemplo con Facu Corvalán. Yo era el más chico y el más alto, era muy grande. Pero pudimos salir campeones y ahí me anoté el U13”, comienza el recorrido de éxitos el jugador que pasó por Atenas de Córdoba, La Unión de Formosa, Hindú de Resistencia y Barrio Parque de Córdoba.
“El segundo año, ya con la 99 que es mi categoría, jugamos en Chilecito. Me acuerdo que me hacían muchas faltas para que vaya a la línea porque no tenía buenos porcentajes. No quiero exagerar pero me acuerdo que en un partido tiré 24 simples y metí sólo 2. Pero sacaba mucha diferencia física, era muy alto, muy grandote. Ese fue el mejor Argentino que tuve y promedié 32 puntos y erraba más de 20. Agarraba 18 rebotes por partido. Pero también fue doloroso, porque al perder dos partidos por 1 punto en el cierre y quedar afuera, nos dejó mal. No paraba de llorar.
Solari fue el técnico y había muchos chicos de Rosario, Micheli, Correa. También Alonso de Noroeste y Farabello de Cañada”, relata su primera frustración Joni, porque en el deporte no todas son buenas.
“Me acuerdo que eran torneos bárbaros, porque en esas edades de U13 a U17 los equipos van completos, porque los clubes nos los niegan. Y nos divertíamos con las locuras del Muerto Toñanes o con Solari, que hacía magia y hacía desaparecer una moneda”, vuelve a sonreír Basualdo.
El Sub 15
“En U15 el técnico fue Mati Balzaretti. El primero fue en Chaco, en Charata. Dormíamos todos debajo de una tribuna todos apretados en una pieza que debía ser para seis personas y éramos más o menos 16. Perdimos un solo partido con Febamba y fue porque entramos muy confiados porque ya estábamos clasificados en la etapa de grupos. Después ganamos todo y en la final le ganamos otra vez a Buenos Aires en final cerrado tras ir perdiendo todo el partido. Estaban Giraudo, Almada, Lisandro Fernández, se sumó Joaco Valinotti, creo que también estaban Berra y Varani”, rememora el ala pivot, quien en el segundo año no pudo repetir: “El segundo año de U15 fue en San Carlos, Mendoza, con Cabaña, Oggero, Reynoso, Alemani, Alonso, Franco, Muñoz, Gómez. Empezamos mal pero nos recuperamos. Le ganamos a cancha llena a Mendoza en cuartos de final, pero perdimos la semifinal con Buenos Aires y terminamos terceros”.
El Sub 17, el pendiente que ya no se podrá dar
“En los dos Sub 17 no pude estar por lesión. En uno no me dejó ir Atenas porque me estaba recuperando de una lesión y en el otro no me dejó ir la selección argentina porque me estaba recuperando y faltaba poco para jugar el Premundial. Me hubiera encantado estar y seguía los resultados. En el primero Santa Fe terminó tercero y en el otro los chicos fueron campeones. Hubiera tenido los 4 campeonatos”, se lamenta Basualdo.
Sub 19, otro dos x uno
“En el primer U19 que jugué no teníamos el equipo tan completo como por allí podía Santa Fe, pero pudimos salir campeones porque de todas formas era un gran plantel y un lindo grupo con Giordano, Varani, Eydallín, Chervo. Giordano se lesionó y en la final fue clave Capra”, recuerda Basualdo. El certamen fue en Embalse con Marcelo Roig como entrenador, mismo panorama de escenario y DT que al año siguiente: “También fue muy bueno, lástima que perdimos la semifinal con Córdoba. Estaban Breques, Gutiérrez, Alonso, Eydallín y Chervo, pero creo que nos faltaron como diez jugadores por sus compromisos de clubes y de selección argentina”.
Pero no todo es resumen. Para Basualdo la camiseta de Santa Fe, así como la del Oeste son especiales. “Nos divertimos y tratamos de ganar. Santa Fe siempre está bien representado. A mí me gusta estar, jugar, cada vez que me llama mi asociación, mi provincia o mi país. Me gusta conocer lugares, la preparación y hacer amistades”, explica y reconoce otro aporte clave de los seleccionados: “Sirve mucho para que te vean, para que los entrenadores y equipos se fijen en vos”.
Desde el lungo que dominaba la zona pintada y que peleaba contra la línea de libres para embocar los tiros, a la transformación en alero o ala pivot con buena mano en los simples, pasó bastante tiempo. Basualdo lo explica: “Yo desde los 13 que medía 1,90, pero después me fueron corriendo a los puestos de alero o de ala pivot, porque no iba a crecer tanto. Fue bastante duro, porque en el club jugaba de interno y en la selección argentina me iban corriendo”.
“Cuando fui a Atenas puede ir haciendo el cambio. Quedé en el medio (risas). La mayoría de las veces juego de ala pivot y cuando se necesita lo hago de pivot. Pero es verdad que de los 15 a los 17 fue difícil el trabajo para hacer el cambio de jugar bajo el aro, de espaldas, a tirar de tres o penetrar”, confiesa el todoterreno de San Jorge, quien recuerda que cuando era chico y jugaba al básquet en Sastre y San Jorge, también practicaba fútbol: “En el momento en el que me llamó la selección de Santa Fe me quedé sólo con el básquet porque veía que me estaba yendo mejor”.
“Ese llamado fue muy importante para mí. Para mostrarme e iniciar un camino al básquet profesional”, se emociona Joni y cierra con un deseo para nada imposible: “Deseo alguna vez llegar a representarlo en primera. Tal vez sumando algún campeonato más. Sería lindo”.