En medio de la cuarentena por la pandemia del coronavirus que tiene en vilo al pañis y el mundo, la Superliga comenzó un ciclo de entrevistas en la cuenta de Instagram con los protagonistas de los distintos clubes. Con la consigna #SAFenCasa, Sebastián Moyano, arquero de Unión, se sumó a la iniciativa.

Antes de meterse de lleno en su historia contó por qué prefirió quedarse en la ciudad para hacer el aislamiento que volver a su ciudad natal: "Tuve la oportunidad de ir a Mendoza, pero como fue una de las primeras provincias afectadas decidí quedarme en Santa Fe. Al vivir en un departamento se me complica para hacer los entrenamientos con pelota, pero la parte física la sigo trabajando con los profes".

Acerca de sus inicios, relató: "Primero jugaba al básquet, así que recién pude ir a probarme a Godoy Cruz con 17 años. No es normal quedar a esa edad, pero estoy muy agradecido con todos los que me llevaron y con los que me ayudaron. Después, el 'Turco' Asad me subió a Primera en 2010, cuando conocí a grandes arqueros como Sebastián Torrico, Nelson Ibáñez y Cristian Aracena". En 2013, con Martín Palermo como director técnico y con Roberto Abbondanzieri como entrenador de arqueros, Moyano tuvo su ansiado debut: "Esa semana se me hizo eterna porque el 'Pato' nunca me tiró una pista; cuando vi la lista de concentrados me di cuenta que iba a jugar. La noche del debut, que encima no recibí goles, no me la voy a olvidar nunca".

Aunque luego motivó a los hinchas al admitir sus sensaciones de llegar a Unión: "Cuando me llegó la posibilidad, ni la dudé porque el club venía de hacer buenas campañas. El primer partido fue contra Racing, que venía de ser campeón, y cuando me tocó volver, jugamos ante Colón". El encuentro frente al clásico rival obviamente lo vivió de una manera especial. "«Es impresionante cómo se siente acá, quizás todavía no le doy la dimensión que se merece, pero es increíble»".

En el final, le tiró "un centro" a los dirigentes, si vale el juego de palabras, ya que su misión en el campo de juego es cortar el juego aéreo, el próximo 30 de junio termina su contrato y algo que tiene bien en claro: "Mi familia y yo estamos muy contentos por todo lo que pude jugar en esta etapa y «por el cariño de los hinchas. Si dependiera sólo de mí, obviamente que me gustaría quedarme». Estoy muy a gusto en la ciudad y ojalá podamos volver a vernos en una cancha".