Por LT10: las imperdibles historias de Pablo Cavallero en la selección Argentina
El hoy manager de Velez habló con el equipo de Diez en Deportes y destacó sus vivencias con Caniggia
El ex arquero de Unión y la selección Argentina, Pablo Cavallero, pasó por los micrófonos de LT10 y habló de todo. Primero hizo referencia a su paso por Unión, pero luego contó varias intimidades de la selección Argentina. Sobre la eliminación del mundial dijo: “La verdad que fue un palazo muy duro, no lo esperábamos, terminábamos en un pico muy alto en las eliminatorias. Pero de ahí hasta el mundial hay seis o siete meses. Jugábamos partidos amistosos con equipos japoneses y no les podíamos ganar, no estaban los circuitos aceitados, eso preocupaba. Hubo una charla importante, nos pasábamos de vuelta con los entrenamientos y cuando competíamos no podíamos encontrar el juego, la pelota, no estábamos finos. Lo pagamos caro con una eliminación temprana”.
“Alcanzamos el pico en las eliminatorias. Antes de eso yo jugué el último partido con Rivaldo, Ronaldo, Ronaldhino fueron especulando como para llegar bien. Ellos estaban de vacaciones con la familia y nosotros entrenando, después se terminaron llevando el mundial” agregó.
Luego contó una imperdible anécdota con Caniggia: “Hasta ese momento preguntaban por un jugador y era Maradona y después Caniggia. Una de las primeras convocatorias me toca con él, estaba en Boca. Cuando me encuentro con él me lo encuentro tirado en la cama con un vaso de agua (lo usaba de cenicero), entro a la habitación y él estaba fumando. Me acuesto, yo no decía nada, él hablaba por teléfono, se quejaba de los botines, eran pesados y no los quería usar. Lo habla el cuñado y le preguntan con quién está en la habitación. Se reincorpora de la cama, me mira, quedamos frente a frente, se da vuelta y responde: con Celcior. Yo digo, este hijo de p… no me conoció”.
“Cuando cortó, me acerqué rojo de vergüenza, le dije que soy Pablo Caballero, arquero de Velez. Ahí quedó Celsior, yo lo llamaba de cualquier teléfono, digo Celsior y sabe que soy yo. Es un fuera de serie, es lo más sencillo que hay. Un día lo llevé de un amigo, estaban los hermanos Pelegrino, les caí con él y casi se mueren” cerró.
Por último detacó: “Después del Mundial Puma me había regalado 70 pares de botines, camisetas, zapatillas. Él dijo que dejaba todo, que lo regalaba, yo le dije que me ayude a cargar. Él se subió y el tren paraba diez segundos, me miraba, no me ayudaba, se quedó parado (risas)”.