El ojo que mira el magma
Pirámides, robots y ojos que miran desde el cielo son los tótems del Alan Parsons Project. Su imaginería se nutrió de connotaciones fantásticas, al igual que su música: si hubiera una máquina capaz de compactar al rock adulto en una pieza (de Carpenters a 10cc, de Pink Floyd a Supertramp, con una pizca de Morricone y Giorgio Moroder), el resultado serían discos como Eve, Pyramid y The Turn Of A Friendly Card, que cimentaron la reputación del inglés Alan Parsons y el escocés Eric Woolfson como uno de los tándems más exitosos de las FM. Pero no sólo las radios acreditan su éxito; temas instrumentales como "Lucifer" o "Voyager" acompañaron documentales y cortinas televisivas en todos los países del globo.
Alan Parsons Project terminó en 1987, cuando Woolfson abandonó el proyecto. En posteriores trabajos, Parsons, que comenzó siendo ingeniero de sonido en EMI, dio un paso atrás para dedicarse a mezclar y editar su propia música, ejecutada por un elenco no estable de intérpretes. Hasta que en 2004 hizo lo que parecía inevitable: grabar un disco de música electrónica. Lo tituló A Valid Path, pero sus fans no lo perdonaron.
"Aquello fue más bien un experimento", minimiza vía telefónica Parsons acerca del disco que colmó la paciencia de sus seguidores. Tampoco coincide con una mínima legión que defiende al disco, su último hasta la fecha, alegando que el tema apertura de I Robot (1977) ya incluía sonidos electrónicos. "En aquella ocasión sólo hice un buen uso de los sintetizadores -declara y por las dudas se ataja-. Mi próximo disco será más tradicional. Ya hay un single online que se llama «All Our Yesterdays». Y, por supuesto, en Buenos Aires tocaré con una banda."
"Con A Valid Path me aventuré en un territorio nuevo para mí, el techno y la música electrónica -agrega-. Por primera vez hice todo el disco sin meterme en la consola de grabación. Pero fue un experimento, un intento por modernizarme y capturar nuevos mercados. Y me dio la posibilidad de trabajar con mi hijo Jeremy, que es guitarrista y fan de la electrónica. Dicho eso, la verdad no me fue muy bien con el disco (se ríe)."
A favor de Parsons hay que rescatar su inalterable deseo por estar al día. Además de grabar enteramente con computadoras, hizo una versión de A Valid Path con sonido envolvente 5.1 y canaliza su interés por la tecnología en una serie de DVD educacionales titulada The Art & Science Of Sound Recording. Hace 35 años, esa misma pasión lo animó a dejar su puesto de ingeniero de sonido en los estudios Abbey Road (donde trabajó con Pink Floyd y Los Beatles) para lanzar el Alan Parsons Project junto a Woolfson. La dupla parecía complementarse bien. Según Parsons, él traía ideas que luego elaboraban en conjunto. "Eric componía las canciones y profundizaba el concepto de cada álbum, mientras yo escribía los instrumentales y ocasionalmente componíamos juntos", explica.
Los primeros dos discos, Tales of Mystery and Imagination, basado en cuentos de Poe, y I Robot, inspirado en la novela de Isaac Asimov, marcaron el camino del grupo. Todos sus álbumes tuvieron un marcado carácter conceptual, un eje temático de componentes fantásticos en torno al cual giraban las canciones. "Siempre me gustó la fantasía y la ciencia ficción, y volqué eso en mis obras. Incluso hay una cuota de fantasía en Pyramid, donde intentamos retratar el halo misterioso que rodea a las pirámides, desde su construcción a su enigmático poder."
Los temas instrumentales que abrían cada disco (cuyo leitmotiv a menudo volvía en otras canciones) reforzaban el mensaje de las letras y el concepto, como las bandas sonoras de filmes. "La música de películas fue muy importante en mi formación -confiesa Parsons, que colaboró en el film El hechizo del halcón-. De chico solía escuchar la banda sonora de Lawrence De Arabia una y otra vez. Es un área en la que siempre quise estar. Sé escribir y leer música, pero uno debe estar bien entrenado para orquestar películas."
-¿Vas a presentar nuevo material en Buenos Aires?
-Tocaremos el nuevo single y temas de los últimos discos.
-¿Y ningún clásico?
-Por supuesto; lo prometo. Si no llegamos a tocar clásicos les devolvemos la plata.
"CON PINK FLOYD NO ME IBA A HACER RICO"
En paralelo a su carrera de músico, Parsons nunca descuidó el rol de ingeniero de sonido. "Curiosamente, fui uno de los que resistió el paso a las nuevas tecnologías -confiesa sobre los actuales métodos de grabación-. Ahora, cuando tengo que grabar hay a mi lado un ingeniero en computación, porque no sé cómo clickear una nota. Me manejo con métodos tradicionales."
Como ingeniero, Parsons debutó en 1969 con Abbey Road, de Los Beatles. "Ahí fui asistente de grabación. Y aunque no puedo atribuirme ningún crédito por aquel disco fue fantástico estar ahí. Me pareció que tenía el mejor trabajo del mundo." En cambio, sí puede atribuirse crédito por buena parte de The Dark Side of The Moon, el clásico de Pink Floyd. Entre otras cosas, tuvo la idea de comprar despertadores en negocios de antigüedades para crear esa sinfonía de campanas con la que arranca "Time". En su biografía Inside Out, Nick Mason, baterista del grupo, elogia la labor de Parsons y lamenta que no haya querido seguir con ellos. "Es que no me convenía -se ríe-. Si hubiera seguido con Pink Floyd no me habría hecho rico; hubiera seguido dependiendo de trabajar para varios artistas. Al mismo tiempo, si hubiera trabajado en The Wall, con participación en las regalías, ¡otra sería la historia!"