Disturbios en EE.UU: la imagen de Trump hacia las próximas elecciones
A casi una semana del crimen de George Floyd en Minneapolis, las protestas se extendieron a casi todo el país y 25 ciudades decretaron el toque de queda. El próximo 3 de noviembre se celebrarán los comicios presidenciales en el país del norte.
Cientos de miles de personas volvieron a tomar las calles el domingo a la noche en todo Estados Unidos, con manifestaciones contra la muerte de personas negras a manos de la policía y se registraron graves disturbios en ciudades como Filadelfia, Los Ángeles y hasta cerca de la Casa Blanca en Washington.
Autoridades locales y estatales desplegaron a miles de soldados de la Guardia Nacional (algo así como la Gendarmería argentina), impusieron estrictos toques de queda y cerraron el transporte público para frenar los movimientos de la gente, aunque esas medidas hicieron poco por impedir que muchas ciudades volvieran a sumirse en el caos.
Los manifestantes en Filadelfia lanzaron piedras y bombas incendiarias a la policía, según versiones oficiales, mientras que se registraron saqueos en más de 20 ciudades, especialmente del estado de California.
El conductor de un camión, aparentemente de forma deliberada, arremetió contra manifestantes en Minneapolis, casi una semana después del crimen de George Floyd a manos de la policía, aunque no se registraron heridos graves.
También se vivieron momentos de máxima tensión en inmediaciones de la Casa Blanca tras tres días de protestas.
La policía empleó gases lacrimógenos y granadas aturdidoras contra una multitud de más de mil personas, que coreaban lemas al otro lado de la calle, en el Parque Lafayette, en Washington.
La multitud salió corriendo y apiló señales de tráfico y vallas e plástico para prender una gran hoguera en una calle cercana. Algunos quitaron una bandera estadounidense de un edificio y la lanzaron a las llamas.
Un edificio del parque que aloja una oficina de mantenimientos y baños públicos fue incendiado, y hubo allanamientos en bancos y joyerías.
Toda la Guardia Nacional de Washington fue desplegada para ayudar a controlar las protestas.
A raíz de la tensión y la protesta, el presidente Donald Trump pasó la noche en un búnker, aunque no cesó en su intento de tirar más nafta al fuego: retuiteó al comentarista conservador Buck Sexton, quien pidió "fuerza abrumadora".
El líder republicano, que afronta los desórdenes civiles más importantes de su mandato mientras el país se ve duramente afectado por la pandemia de Covid-19 y el desempleo, prometió "frenar la violencia colectiva" y denunció a los "extremistas de izquierda radicales", en particular al movimiento Antifa (antifascista), al cual incluirá en la lista de organizaciones terroristas, según anunció.
En diálogo con "De 10", Celia Mendoza, corresponsal de VOANoticias habló sobre el impacto en la imagen de Donald Trump de las manifestaciones y el avance de la pandemia en Estados Unidos, teniendo en cuenta que el próximo 3 de noviembre serán las 59.as elecciones presidenciales en este país.
"La retórica de Trump en Twitter no ayuda a la situación que se vive en las calles, refuerza la división y podría haber un cálculo político en esta decisión", indicó.
Además, sostuvo que los dichos del mandatario a través de redes sociales y las pocas declaraciones sobre las 100 mil muertes que generó la pandemia de coronavirus son "decisiones estratégicas" para avanzar en su campaña política.
Sobre la imagen de Trump de cara a las elecciones, Mendoza explicó que se trata de un "fenómeno particular": "Se ha reducido en votantes independientes y se ha mantenido y subido en los votantes republicanos. Los demócratas están en contra de él".
"En términos generales, su popularidad nunca ha sobrepasado el 35% desde que llegó a la oficina oval, pero en el partido republicano se ha mantenido porque tiene un gran apoyo de una base fuerte y sólida", se explayó.
Audio: Celia Mendoza, corresponsal de VOA Noticias
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