Cómo ayudar a los chicos a sobrellevar las clases virtuales
Consejos para sobrellevar de una mejor manera esta etapa escolar
Según estudios científicos, los chicos pueden sostener la atención entre 30 y 40 minutos de manera presencial. Por ese motivo existen los descansos en el patio, con tiempo suficiente para conversar, jugar o renovar la oxigenación de la mente.
Los alumnos transitan por un período emocional que combina conductas adaptativas con incertibumbre, con determinadas consecuencias. En estos formatos de clases, el sostenimiento de la atención disminuye considerablemente, sobre todo en los más pequeños.
Requieren un esfuerzo mayor para comprender, procesar y seguir la información que brindan los profesores. Al delay o las fallas de conexión se le suma también el peligro de la pantalla. Copiar a través de ella no es lo mismo que copiar de un pizarrón. El brillo afecta la visión y el cansancio aparece.
Tantas horas de clases virtuales pueden cansar la vista y provocar dolores de espalda y fatiga, sobre todo a los que estaban acostumbrados a disfrutar de los recreos, de los amigos y del ámbito escolar.
Muchos papás están colapsados por las tareas escolares, hogareñas y sus trabajos, más la crianza de los chicos. Los más pequeños demandan más de sus padres y les piden que jueguen porque no tienen a sus amigos para jugar.
Cada familia deberá encontrar su equilibrio y mostrar más flexibilidad porque las complicaciones son evidentes. A continuación, una serie de consejos:
• Dejar de lado la omnipotencia: sacarles de la cabeza a los chicos que tienen que poder con todo.
• Dejar todos los días un espacio para el ocio, la creatividad y el juego. Leerles un libro, ver una película con ellos o compartir un juego de mesa.
• Cuando vean que no pueden con todo, contactarse con los docentes y conversar. Contarles la situación de su hijo con respecto a las asignaturas y ver dónde está la prioridad.
• Encarar las tareas más complejas en los momentos en que tienen más energía y están más despiertos.
• Dividir tareas. Si hay que leer un texto y luego realizar una consigna, se puede ayudar en la lectura y hacer un párrafo cada uno. O colaborar en el entendimiento de la consigna para que luego la completen solos.
• Poner límites y establecer tiempos con respecto a la diversión a través de dispositivos.
• Establecer tiempos laborales en los adultos y de estudio y tareas en los chicos.
• Repartir tareas hogareñas. Los chicos pueden colaborar, aunque sea, poniendo o sacando la mesa, haciendo la cama o acomodando su ropa.
• Establecer tiempos para realizar rutinas y respetarlos.
• En caso de estar sobrepasados, pedir ayuda. Consultar a un psicólogo. Si los mayores no están bien, los chicos pueden verse afectados.