Fernando Quintana es uno de los entrenadores con mayor recorrido en la Asociación Santafesina. Antes de la pandemia, había asumido como DT de Sanjustino en su segundo ciclo al comando del Matador.

En una rica charla repasó muchos temas. Confesó que “yo era un apasionado, como era jugador no era de los mejores, estaba en Banco, en La Salle se produjo un reemplazo de Héctor Aldaz en 1993, por reglamento no se podía jugar en un equipo y dirigir en otro. Los dirigentes apostaron y allí comenzó mi camino como entrenador”.

Entre tantos clubes dirigidos, Teddy también tuvo una experiencia en España. Al respecto apuntó: “Fui a conocer clubes que creí que nunca podía ver, estuve en Sabadell, llevé todos los papeles, mi currículum me permitió contactarme con Mainoldi, Bulfoni, en verdad fui a probar suerte como guardavidas y me traje una linda experiencia siendo entrenador”.

En otro tramo de la charla, el estratega dijo que “uno más allá de los resultados creo que dejó algo en el camino, por eso por ejemplo me invitaron hace poco a un zoom los chicos de Rivadavia, eso es más importante que ganar un título”.

En 2003 le tocó afrontar un duro momento, pues su casa paterna se vio tapada por el agua en la inundación que trajo el Salado. Lejos de esquivar el tema, Quintana dijo que “entré nadando a mi casa paterna que estaba a media cuadra de la cancha de Colón. La vida sigue, dolió mucho, perdimos cosas materiales, recuerdos de mis abuelos. Pero sabía que teníamos que seguir adelante a pesar de lo que nos tocó vivir”.

A la espera de volver a los entrenamientos, cuando le tocó hablar de Sanjustino confesó que “en su momento Sanjustino me llamó para armar un proyecto porque no tenían todas las categorías, se pudieron formar, incluso una Primera donde ascendimos. Ahora con mi hijo Lautaro la intención es volver a reordenarnos. Siempre traté de hacer lo mejor en cada club que estuve y dejar algo”.