Desde principios de junio, Santa Fe habilitó con algunas restricciones la actividad de bares y restaurantes. A mediados de mes, el día 18, llegó un nuevo decreto provincial que extendía inclusive el horario de atención de estos locales gastronómicos.

Se trataba de uno de los rubros que habían quedado rezagados en las primeras aperturas, retomando recién las tareas tres meses después de comenzada  la cuarentena por coronavirus, pero que rápidamente pudieron ampliar su horario de atención que terminaba a las 20, hasta las 24 horas, y los fines de semana.

Más allá de las limitaciones expresas por la norma, que contemplaban un porcentaje de ocupación y medidas de higiene, fue fácil advertir que mucha gente se congregaba en estos lugares.

Es por eso, que desde este martes se intensificarán los controles, principalmente "por la falta de distanciamiento", según indicó el ministro de Trabajo Roberto Sukerman.

·El incumplimiento está por el factor de ocupación que para bares y el rubro es del 50%. Vemos, y cualquiera lo puede comprobar, que ocupan sus espacios por más del porcentaje permitido", dijo por LT10.

El funcionario explicó que los controles "tienen que ve con poder guardar mayores distancias para que no haya aglomeraciones". Sin embargo, valoró que los otros cuidados que exige el protocolo como tomar la temperatura, facilitar el acohol en gel, y utilizar barbijos se están cumpliendo.

En ese sentido, remarcó: "No es un capricho sino que lo establece la normativa. La ocupación va mucho más de la permitida, se han visto bares al tope de su capacidad".

¿Quién debe hacer los controles?

El ministro, consultado a cargo de quién están los operativos de control, Sukerman manifestó que "deben hacerlo los gobiernos locales", pero aclaró que la Provincia también viene haciendo estas fiscalizaciones junto a los municipios. "Se pueden encontrar con inspectores municipales o del ministerio de Trabajo en conjunto o separado, pero lo importante es que se fiscalice", concluyó.