Los establecimientos educativos han sido un blanco fácil de los delincuentes durante la cuarentena. Sumado a la falta de iluminación y la ineficacia de la vigilancia policial o la ausencia de la misma, los hechos se repiten y nadie parece darles una solución.  

Uno de los establecimientos que viene sufriendo el embate de delincuencia es la escuela Avellaneda ubicada en Santiago de Chile 2901).

Semanas atrás, delincuentes se llevaron la calesita y el tobogán que con esfuerzo habían adquirido las autoridades del establecimiento para que disfruten los chicos.

No conformes con esto, los ladrones volvieron y anoche robaron la hamaca. Solo quedaron los juegos viejos y “va a costar reponer los robados para que los chicos cuando regresen no tengan la mala noticia”, señaló al móvil de LT10, Graciela Pieroni de la vecinal Parque Garay.

“Ya no sorprende que a los delincuentes no les interese respetar la instituciones donde van los niños a aprender”, expresó.

Respecto a la inseguridad, apuntó a la falta de iluminación, especialmente, donde se encuentra la escuela “es una zona muy oscura”.

En este sentido, realizaron un relevamiento con los coordinadores de distrito sobre las luminarias que faltan, las que están rotas y la necesidad de podar los árboles que también afectan la iluminación.

Además, si bien reconoció que hay patrullajes “alguna situación está fallando” y agregó que “hay que buscarle una solución a este tema porque los establecimientos educativos han sido azotados en el último tiempo”.  

Audio: Móvil LT10. Graciela Pieroni,vecinal Parque Garay