Es de caballeros reconocer sus errores y eso hizo Claudio García, exfutbolista argentino más conocido como el Turco, en primera medida, para iniciar el camino de dejar el consumo de cocaína. Una enfermedad que le quitó a su familia y el fútbol.
 
Fue el 11 de febrero de 2008, fecha que tiene tatuada en la piel, que el exjugador de Huracán, Vélez Sarsfield, Olympique de Lyon (Francia), Colón de Santa Fe, All Boys, Independiente Rivadavia, Real Jaén (España) y Racing Club, donde es ídolo, abandonó la cocaína.

"No fue fácil. Primero te tienen que convencer de que querés dejar. Después, tener la voluntad. Estoy en contra de los exadictos que dicen: 'La estoy peleando día a día'. Es mentira. El primer mes lo sufrís al empezar de cero y cuando te das cuenta de que estás enfermo. Cuando tomás la decisión realmente, chau", señaló en entrevista con el diario Olé.

"La droga te quita dignidad. Quita todo. También los afectos. Es como un impermeable: te tapa la lluvia pero te deja ver la ropa. Te abrís de tus amigos, de tus seres queridos, mentís, vivís en un mundo irreal", añadió.

El Turco, quien también vistió la camiseta de la selección argentina, pudo recuperar el tiempo perdido con su familia y con el fútbol, deporte al que sigue vinculado como director técnico. Claudio García, hoy con 56 años, se muestra como "el hombre más feliz del mundo; me acompañan mis seres queridos, tengo laburo y gente detrás mío todo el tiempo, como Mariela, mi mujer".