La situación en Colón se torna cada día más complicada. Es que desde que se decretó la cuarentena en nuestro país, la dirigencia fue acumulando diversas deudas que conspiraron contra la tranquilidad institucional que se había generado en los últimos meses.

El reclamo de deudas de los jugadores para con los dirigentes no es nuevo. Incluso en el arranque del año decidieron no concentrar para jugar el amistoso ante Newell's, en Rosario, molestos por esta situación.

Hubo un encuentro entre los jugadores y José Vignatti. Tras el mismo, el capitán Luis Miguel Rodríguez salió a clarar la situación y manifestó que estaba todo bien entre las partes, desconociendo el rumor que habían echado a correr sobre la gran molestia que tenían en este sentido.

Pero lo concreto es que durante la cuarentena, con motivo de la pandemia del coronavirus, el club generó una gran deuda con los jugadores, que volvió a generar una gran molestia.

Incluso algunos lo hicieron público, como Matías Fritzler, que era uno de los apuntados por Eduardo Domínguez para continuar en el plantel. En diálogo con LT10, el Polaco admitió: "Es una situación complicada por lo salarial, no le cierro la puerta totalmente, lógicamente uno intenta solucionar el tema de la manera que puede. Tenemos a quien recurrir, tampoco soy un experto en el tema. En cuanto a agremiados pueden salir a nuestra defensa. Bien se sabe que cuando pasa esto nadie sale ganando. Vas a reclamar algo que te corresponde, pero lo vas a recibir dentro de siete años. Por eso el jugador muchas veces acepta que le paguen la mitad, esto es así, hay que decir, sucede. Considero que es justo lo que propuse. Hay que decir que el fútbol escapa un poco a la situación general que pasan muchos”.

Es más, como informó Diez en Deportes, el tesorero Julián Garcilaso renunció a su cargo porque se cansó que los jugadores lo llamen deliberadamente para pedirle por el pago de la deuda. Este fue el principal motivo para dar un paso al costado y que en su lugar el presidente José Vignatti colocara a Raúl Molinas.

Luis Miguel Rodríguez tenía pensado llegar este miércoles a Santa Fe para iniciar la cuarentena y estar en condiciones de arrancar los entrenamientos con el resto del plantel (el 10 de agosto sería la fecha indicada).

Sin embargo, molesto por la situación, Pulga decidió quedarse hasta la semana que viene en Tucumán, cuando recién emprenderá el viaje de retorno a Santa Fe. El delantero sería uno de los jugadores del actual plantel que estaría seriamente analizando la chance de pedir la libertad de acción en caso que los dirigents no salden la deuda que mantienen con ellos en los próximos días.