Obtener la primera imagen directa de dos exoplanetas orbitando alrededor de una estrella similar a nuestro sol, es un evento de suma importancia para la investigación del universo. Los astrónomos y científicos están muy entusiasmados con este logro, porque  podría representar una instantánea de un entorno muy similar a nuestra galaxia, sólo que en una etapa mucho más temprana de su evolución.

Esto permitiría profundizar los estudios sobre el origen de la Tierra y la evolución de los planetas del sistema solar. Las imágenes como la que se acaba de captar, de sistemas con múltiples exoplanetas, son sumamente inusuales. Hasta el momento, no se había podido observar directamente más de un planeta orbitando alrededor de una estrella con estas características.

Los científicos del Observatorio Europeo Austral, que lograron la imagen, explican que se pueden ver dos puntos brillantes de luz, y que están  distantes de su estrella madre TYC 8998-760-1, que es la que se ve en la esquina superior izquierda del cuadro.

La fotografía se tomó desde el desierto chileno de Atacama. Los científicos debieron bloquear el brillo de la estrella con un dispositivo y usaron la luz infrarroja para encontrar los exoplanetas, porque permite ver con mayor facilidad los cuerpos relativamente recientes.

“Tenemos que considerar que este sistema recién detectado es muy joven en comparación con nuestro Sistema Solar. Tiene solo 17 millones de años, mientras que nuestro sol tiene una edad de unos 4.600 millones de años. Y la investigación actual indica que la vida en la Tierra se desarrolló aproximadamente 250 millones de años después de la formación del planeta”, dijo el astrónomo alemán Alexander Bohn, director de la investigación para la Universidad holandesa de Leiden.

“Con los datos actuales, solo podemos deducir algunas de las propiedades de los cuerpos detectados”, comenta. Por ejemplo, se supone que los exoplanetas tienen altísimas temperaturas. “En el planeta exterior alcanzan los 950° y en el interior unos 1.400°”, precisó el experto.

Los investigadores descartan la posibilidad de que en estos cuerpos se desarrolle algún tipo de vida. “Sin lugar a dudas, no”, reafirma Bohn. “En primer lugar, que ambos planetas sean gigantes gaseosos como Júpiter ya hace difícil imaginarlo, pero además todavía están demasiado calientes debido a su reciente formación. Que yo sepa, ninguna forma de vida como la conocemos podría existir allí”, razonó.