Colón festejó este miércoles 30 de julio los 25 años del ascenso a Primera División, que logró el equipo que dirigía Nelson Pedro Chabay, tras derrotar en las dos finales del Octogonal a San Martín de Tucumán.

El profesor Enrique Chávez y Jorge Vivaldo, dos referentes de aquel plantel que quedará grabado a fuego en la historia del Sabalero, recordaron con Diez en Deportes aquella campaña, que será recordada por siempre en el mundo rojinegro.

A primer turno, Vivaldo dijo: "Es una fecha muy especial, no puedo creer que ya hayan pasado 25 años. Me da mucha emoción, puse el altavoz de tu relato Fabián Mazzi para que lo escuche mi mujer.

Se le preguntó por el abrazo que le dio a Chabay tras el gol de Pampa Gambier y contó: "Cuando Nelson me sacó, luego del partido con Estudiantes, que perdimos 5-1, y estuve a punto de volver en el triunfo ante Unión del 3-1. Leo Díaz había tenido algunas fallas, Nelson me preguntó cómo estaba, luego no tomó la decisión. Le dije que en el lugar donde estuviera iba a apoyar, se dio cuenta que siempre puse por delante el objetivo de ascender".

"Se había generado una gran relación en el grupo. Al Alemán López hace un montón que no lo veo. Con la otra gran mayoría nos fuimos cruzando. Estoy contento, feliz, para mí es un placer hablar siempre con LT10. Con mi mujer Fabiana tenemos planeado viajar a Santa Fe cuando pase todo esto del coronavirus", agregó en otra parte del mano a mano con LT10.

Luego, entró en escena el Profe Chávez, quien comenzó diciendo: "Además de un gran plantel fue un grupo humano increíble, había mucha diferencia de edad, estaban Ibarra, Ameli y Leo Díaz que eran pibes jóvenes, y otros que estaban de vuelta pero que tenían hambre de gloria. Eso fue clave para que Colón pueda ascender. Los grandes me facilitaron muchas cosas, Vivaldo, el Pampa Gambier, el Loco González. Yo aprendí mucho con ellos".

Vivaldo respondió: "Es un personaje, lo quiero muchísimo, nos llevaban a concentrar tres días antes. Fue un tipo importantísimo para ese grupo, laburaba como ninguno. Su auto era un gimnasio ambulante, era una utilería más. Rompía su auto con tal de ponerlo al servicio del club. Llegaba una hora y media antes, armaba todo y luego veníamos y le tirábamos todo al foso (risas)".

Audio: Vivaldo y Quito Chávez