Colón: Chengue Morales contó por qué dejó de trabajar con Paolo Montero
El ex goleador de Nacional y ayudante de campo de Montero en Colón, reveló los motivos por los cuales dejó dicha función.
Richard “Chengue” Morales, exdelantero de Nacional y la selección uruguaya, habló en la radio Club Octubre 94.7 de Argentina, y se refirió a su actualidad como representante.
“Salió de la nada porque una madre me pidió consejo por un chico. Se corrió la bola, me han llamado cantidad de familias para que les dé una mano con sus hijos y me gustó”, comentó Morales, de 45 años.
El “Chengue” había sido ayudante técnico de Paolo Montero en el cuerpo técnico de Colón de Santa Fe, pero decidió abandonar ese costado del fútbol. “Haber dejado a Paolo fue por un tema de felicidad. El fútbol es muy lindo cuando lo jugás porque tenés mucho tiempo, es diferente cuando jugás a cuando sos entrenador. Mi decisión de cambiar fue por eso, no me sentía feliz, dependés de los resultados para ser feliz. El que está como entrenador sabe que es así, que a veces hasta ganando y jugando mal no estás contento como técnico. Por eso decidí dar un paso al costado”, comentó.
Morales también se refirió a Paolo Montero en su rol como entrenador. El exzaguero de Peñarol, Juventus y la selección actualmente dirige a Sambenedettese de la Serie C de Italia. “Aprendí mucho con Paolo, es un maniático del fútbol, un tipo apasionado, no tiene descanso personal. Me llamaba a las cuatro de la mañana para ver un video de fútbol o una estrategia que quería hacer para el partido. Descansaba poco por ese afán de ganar y de hacer las cosas bien, pero te quita mucho tiempo y muchas horas de familia y de tu vida”, señaló.
Añadió que cuando le dijo a Montero que no quería seguir, el entrenador “no quería por nada del mundo que lo dejara”. Morales dijo que él se encargaba de una parte del trabajo que a Montero no le resultaba tan natural como a él.
“Yo le hacía el trabajo que tal vez a él no le calzaba bien: la broma con los jugadores, estar todo el tiempo. Es terrible persona, es divino, pero por ahí tenés que tener otro carisma, otra chispa con los jugadores; siempre estar de buen humor; mostrar la mejor cara por más que hayas perdido; entrar al vestuario y si están muertos, levantarlos. También, ir a la sanidad a tomar unos mates con ellos, estar con ellos, compartir, saber lo que les pasa, cómo se levantaron, cómo vinieron. A veces tenés un plan de trabajo y los jugadores vienen mal por diferentes cosas personales, y las tenés que saber”, contó. El exdelantero dijo que él “llevaba soluciones y no problemas” a Montero.