El mundo podría estar presenciando el comienzo de una primavera eslava. Hace algunos días, Bielorusia tuvo elecciones y se volvió a imponer, con el 80% de los votos Lukashenko (quién está al mando del país desde el 94). Esta cifra no brinda ninguna credibilidad y tiene mucho olor a fraude.

Durante este lunes, Lukashenko visitó una fábrica y los obreros comenzaron a gritarle que deje de mentir y que se vaya. Esta escena dejó claro que el gobierno de este hombre comenzó a tambalear.

Bielorusia fue parte de la ex Unión Soviética y siempre estuvo muy ligada a Rusia. Lukashenko, es licenciado en historia, en la década del 80 fue parte de los movimientos democráticos dentro del Partido Comunista y apoyaba las ideas de Gorvachov. Posteriormente, estuvo entre los que se opusieron a la desintegración de la Unión Soviética.

Lukashenko dirige los destinos de Bielorusia desde 1994. Por estos días, los líderes opositores están proscriptos. En la última elección la candidata a presidenta fue la esposa de uno de los proscriptos y consiguió el apoyo de todas las esposas de los proscriptos. Tras la elección fraudulenta, la candidata proclamó el fraude y la gente salió a las calles de la capital bielorusa a protestar.

“Hay un vientito de lo que podría ser la primavera eslava. Hay antecedentes de estos movimientos. Hay que recordar la revolución naranja en Ucrania. Acá podría ocurrir algo parecido. No olvidemos que Lukashenko es un proruso y esto debe preocupar mucho a Vladimir Putin”, remarcó Claudio Fantini.

Audio: Claudio Fantini