Cuatro Copa América y tres mundiales disputó Gonzalo Higuaín con la Selección Argentina, en poco menos de diez años. Anotó 32 goles y entre 2009 y 2015 fue el dueño absoluto de la camiseta número nueve. Al igual que la generación de Messi y el resto de estrellas, no pudo alzar título alguno y fue posiblemente el futbolista más castigado por los hinchas argentinos.

Aquel mano a mano contra Manuel Neuer en la final de Brasil 2014, la oportunidad en la final contra Chile en la Copa América 2015, y luego contra el mismo rival, misma instancia pero en 2016, mano a mano perdido contra Claudio Bravo, colocaron al Pipita como uno de los principales responsables de las no consagraciones.

"Logré más de lo esperado en la Selección y disfruté mucho, pero hoy no extraño jugar ahí, aunque le deseo lo mejor y ojalá pueda ganar muchas cosas. Con el tiempo me van a valorar mucho más lo que hice en Argentina. Igualmente, cuando voy es más el amor que el rechazo, y eso me deja tranquilo", manifestó Higuaín en diálogo con Fox Sports.

Por otro lado, recordó que si bien pudo jugar para Francia, no se arrepiente:" Yo pude haber jugado para Francia, pero no me arrepiento. Elegiría Argentina una y mil veces más. Lo hice con el corazón".

En ese mismo análisis, Higuaín contó lo difícil que fue para él jugar con la selección: "No es fácil jugar en la Selección, ponerte esa camiseta no es fácil. Jugando para Argentina sentí tres veces más presión que en cualquier equipo. La presión es porque, no nos sigue una ciudad, nos siguen 40 millones de personas".

Y por último, cerró: "Con la Selección no me quedó bronca, me quedó desilusión y tristeza de no lograr los objetivos máximos. Cuando pasa, le doy más valor a lo que hizo esa Selección, porque no es fácil para nada.