El Ministerio de Salud de la Provincia informó sobre definiciones adoptadas en las últimas horas, vinculadas a la situación por el coronavirus en distintas localidades del territorio provincial. 

En primer lugar, se resolvió que Pueblo Irigoyen (departamento San Jerónimo) retrocederá a Fase 1. La decisión responde a que se confirmó la aparición de un caso positivo sin nexo epidemiológico claro. Es decir, que no se sabe cómo se produjo el contagio de Covid-19, en un lugar que en el último censo registraba sólo 1.022 habitantes.

Además, la persona infectada tiene "una cantidad importante de contactos, varios de los cuales presentan síntomas y se encuentran actualmente en estudio". Por ello, la cartera sanitaria consideró "necesario disponer medidas de contención que restrinjan la circulación de personas, a los fines de prevenir otros posibles contagios".

Por otra parte, Casilda, que desde principios de mes se encontraba en situación de cuarentena, avanzará ahora a Fase 3. Según se informó oficialmente, en la cabecera del departamento Caseros "se ha manifestado una disminución en la curva de contagios, observándose un efecto positivo de las medidas adoptadas para controlar el brote de la enfermedad, por lo que se estima procedente una apertura progresiva de las actividades".

Finalmente, en la localidad de Soldini (departamento Rosario), desde el pasado 15 de agosto se han registrado dieciséis (16) casos y ciento veintiocho (128) personas en cuarentena por ser contacto estrecho de los mismos, por lo cual se resolvió el retorno a Fase 3, que en este caso implica un retroceso. 

Fase 1 y Fase 3

Cabe recordar que la Fase 3 se caracteriza por la prohibición de la apertura de bares y restaurantes, reuniones familiares, salidas recreativas, caminatas, actividades artísticas y culturales. Además, el comercio trabaja con la limitación horaria que se estipula regionalmente.

Luego, en la Fase 1 sólo está autorizada la apertura de locales con tareas esenciales: venta de alimentos, farmacias, ferreterías, artículos de limpieza y veterinarias. La restricción de la circulación es completa y los vecinos sólo deben adquirir los productos indispensables en comercios barriales, que no impliquen mayores desplazamientos de sus domicilios.

Asimismo, en esta etapa las fronteras quedan cerradas para ingreso y egreso, permitiendo el paso de transportes livianos y pesados por rutas alternativas.