¿Cuántas veces encontraste alimentos en tu despensa y no sabes cuánto tiempo llevan ahí? La buena noticia es que hay algunos que perduran con el paso de los años.

Tener una despensa en orden y con algunos alimentos básicos no perecederos es fundamental para organizarse bien los menús semanales. A continuación, una lista de nueve productos que podés guardar por más tiempo.

Legumbres

Los porotos, garbanzos, lentejas son desecados, es decir que se pueden mantener en perfecto estado entre un año y medio y dos años. Su baja cantidad de agua evita que los microbios puedan realizar sus funciones vitales.

Arroz

Es uno de los alimentos más básicos y versátiles y es muy extraño que se estropee. Para su preparación ha sido desecado y no tiene apenas agua en su composición, y por tanto, no pueden crecer microbios en él.

Aceitunas

Los tratamientos térmicos que se usan para su elaboración y el líquido de cobertura en el que sumergen evitan que los microbios puedan proliferar. Las aceitunas de frasco sin abrir, pueden durar hasta tres años en la despensa.

Sirope de arce

Es una opción para endulzar tus comidas de forma natural. Su escasa cantidad de agua en su composición impide el desarrollo de microorganismos.

Atún

Las conservas enlatadas duran mucho tiempo, en concreto hasta cuatro años. En el caso del atún enlatado, primero se cuece, de este modo las enzimas que podrían estropearlo quedan inactivas; más tarde con el líquido se elimina el oxígeno; y por último, se esteriliza y se cierra el envase herméticamente.

Vinagre

Este es uno de los ingredientes que podrían considerarse como eternos, al tener el pH bajo, entre 2,5 y 3,5 es imposible que crezcan microorganismos que puedan arruinarlo.

Miel

Si se conserva bien, en un lugar seco entre los 10 y los 15 grados puede durar años y años sin ningún problema. Se conserva tan bien, entre otras cosas, gracias a su elevada cantidad de azúcar, su mínima cantidad de agua y sus propiedades antibacterianas.

Sal

Es otro de los alimentos que no se estropean, es más, se usa para conservar otros alimentos, en procesos como la salazón. La razón es que sus iones combinan a la perfección con el agua de los alimentos y esta mezcla evita los microorganismos.

Mostaza

El vinagre en salsas como la mostaza hace que el pH se mantenga estable, en valores de 4,5 o menos. Esto evita que los microorganismos crezcan y se expandan.