Crimen de calle Francia: un imputado por doble homicidio y abandono de persona

El hombre de 41 años que fue detenido este domingo fue acusado por doble homicidio calificado por criminis causa. También se le atribuye el abandono de persona seguido de muerte.

Se llevó adelante este lunes la audiencia imputativa contra el único detenido por la muerte del matrimonio Espino-Ranpazzo, ocurrido en octubre de 2018 en su domicilio de calle Francia al 1100.

Al hombre, de 41 años, se le atribuyó el delito de doble homicidio calificado por criminis causa de Rafael Espino y Mónica Ranpazzo. 

Además, abandono de persona seguido de muerte por el hijo de la pareja, un joven de 35 años que padecía parálisis cerebral, que fue encontrado en la vivienda con signos de deshidratación, abandono e hipotermia y falleció en el hospital Cullen días después.

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En la audiencia también se lo acusó de el robo de la camioneta Duster que había desaparecido del garage y fue encontrada en barrio Santa Rosa de Lima, y de una suma de dólares.

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Los abogados querellantes, Romeo y Ramiro Díaz Duarte señalaron al móvil de LT10 en Tribunales que pedirán que imputen al detenido por tres homicidios, considerando la muerte del hijo del matrimonio. "Entendemos que al dejarlo desprovisto de sus padres que eran sus únicos asistentes indefectiblemente debió prever que esta situación de muerte se podía producir", indicó Ramiro Díaz Duarte.
 
En tanto, agregaron que la fiscalía fue clara con respecto a la participación de otra persona, que todavía no fue individualizada.
 
"No hizo uso de su derecho a declarar por lo que esperamos que cuando lo haga aporte datos relevantes para la causa", dijo Díaz Duarte.

El caso

El 24 de octubre de 2018 en horas de la tarde, fueron hallados en el interior de su casa de calle Francia al 1100 los cuerpos de Rafael Fernando Espino y Rita Mónica Rampazzo. Ambos presentaban signos de descomposición por el paso de algunos días desde la muerte.

También se había encontrado, aún con vida, en el interior del mismo domicilio el hijo de ambos, Rodrigo Espino, quien padecía parálisis cerebral y estaba imposibilitado de movilizarse por sus propios medios, por lo cual, había quedado abandonado a su suerte durante varios días con sus padres muertos.

A pesar de haber sido internado en el Hospital José María Cullen, el muchacho también falleció el día 28 de octubre, debido a la precariedad de su estado de salud.

El joven que padecía parálisis cerebral ingresó al Cullen con un cuadro de deshidratación, abandono e hipotermia el día que fueron hallados los cuerpos de sus padres, y él encontrado en su habitación.  Debido a su patología no podía moverse por sus propios medios y estuvo más de 48 horas sin asistencia de ningún tipo, según se estima por la data de muerte de sus padres.

Audio: Ramiro Díaz Duarte

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