Lo bueno y lo malo de que Messi se quede en el Barça
El mejor futbolista del mundo marca la actualidad azulgrana, que intentará volver a los primeros planos del fútbol europeo.
El planeta fútbol está pendiente de Leo Messi. El culebrón protagonizado por el atacante argentino y la Directiva azulgrana marcará el rumbo a corto y medio plazo del Barcelona. El futbolista es, actualmente y para muchos, el mejor y más determinante del mundo. Si se queda (opción que sigue creciendo según las últimas informaciones) el club seguirá disfrutando de un jugador único, aunque será complicado que no quede ninguna cicatriz después de lo vivido en las últimas semanas.
Goles y asistencias. Su importancia en el juego de ataque azulgrana es indiscutible. No hay ningún otro futbolista en la plantilla que tenga tanta influencia en la pizarra ofensiva como el argentino. En la temporada 2019-20, Messi firmó 31 goles y superó a Xavi Hernández en asistencias. Garantiza la brutalidad de unos 40 tantos por curso.
Estabilidad institucional. Amarrar la continuidad de Messi en el Camp Nou supondría un balón de oxígeno para Bartomeu. El presidente vive el momento más delicado de su mandato y se enfrenta, además, a una posible moción de censura. Si Leo se va, la recogida de firmas en su contra se dispararía y podría provocar un terremoto en los despachos y, si hay público, en las gradas.
Subida del marketing. Las marcas aman a Messi. Los ingresos que genera la presencia del argentino en el Camp Nou superan a los de cualquier otro componente de la plantilla. El Barcelona se beneficia de su imagen y necesita, más que nunca, ingresos debido al fuerte impacto en las arcas del club que ha tenido el coronavirus.
Reclamo deportivo. Construir una plantilla competitiva es mucho más fácil si Messi es la bandera del proyecto. No son pocos los jugadores que desean formar parte de una plantilla en la pueden coincidir con el mejor futbolista del mundo. Leo, de 33 años, tiene todavía varios cursos por delante en los que puede estar al máximo nivel y su presencia, por ejemplo, puede ser una ventaja para fichar a Lautaro.
Los inconvenientes: el peso de disfrutar del rey
Masa salarial. Tener al mejor en la plantilla tiene un precio y el Barcelona tiene, actualmente, problemas de ingresos por el coronavirus. La ficha de Leo Messi es, con diferencia, la más elevada de la plantilla e impediría que la entidad catalana acudiera al mercado con una flexibilidad mayor. En cualquier caso, Koeman cuenta con el futbolista como eje principal del equipo.
Regeneración ralentizada. El ciclo de Messi en el Barcelona no es infinito. Puede acabar este mismo verano o alargarse, quizá, una temporada más. En este caso, su presencia en la plantilla podría dificultar que la remodelación profunda que pretende la entidad se lleve a cabo a una mayor velocidad. El técnico ya ha prescindido de Vidal, Rakitic y Luis Suárez.
Reformular el juego colectivo. La incidencia del argentino en el fútbol azulgrana es enorme, como lo sería en cualquier equipo en el que estuviera. Sin Messi, Koeman podría afinar una propuesta más versátil, sin tener que acudir a la impagable figura del futbolista argentino. Si Leo sigue, el Barça dependerá, aunque no lo pretenda, de su inspiración para solventar los partidos.
La reacción de la grada. Leo Messi es un ídolo en el Camp Nou. Sin discusión, el futbolista más grande que ha militado en el Barcelona en los últimos tiempos. De todos modos, es probable que un sector de la afición no entienda su comportamiento en los últimos días. El ambiente y el debate podría afectar al vestuario y al propio jugador.