Las Mamis también volvieron a tener contacto con la bocha. La pandemia del coronavirus paralizó toda la actividad de la Asociación Santafesina, desde las competencias, hasta el cierre de los clubes o las canchas. Desde fines de junio que comenzaron los entrenamientos en las canchas de la Asociación Santafesina, donde son varios los equipos de esta categoría que se reincorporaron a despuntar el vicio.

Las tres líneas de CEC, Colón, Utedyc, Universitario Azul, Vuelta del Paraguayo y Unión son algunas de las formaciones que regresaron a la ASH. Banco Nación de Sauce Viejo lo hace en Santa Fe Rugby Club. Lo llevan adelante bajo estrictos protocolos sanitarios. CEC Blanco era uno de los nuevos elencos que se sumaban este año a la competencia. El equipo está al mando de Magalí Regenhardt, ex goleadora de Universitario y CRAI, hace dos años ya.

Gabriela Lescano es su capitana. Sobre la formación del conjunto, la máxima referente manifestó que “La mayoría de nuestro equipo se formó hace alrededor de  siete años en Gimnasia de Ciudadela. La idea fue la de cambiar para tener un espacio más grande donde entrenar. Se fueron sumando cada vez más chicas. Siempre tratamos de que sea un grupo priorizando el valor humano. Arrancamos desde ese aspecto y a partir de ahí, buscamos crecer a partir de nuestras cualidades como jugadoras”.

El regreso a las canchas

La volante central señaló que “Estábamos con muchas ganas de volver a entrenar. Reanudamos las prácticas con mucha energía y buena onda. Nuestros objetivos pasan por pulir detalles técnicos como ruta de pelota, manejo de palo, revisión de postura y posiciones».

El plantel no deja de lado la parte física. «A eso le agregamos trabajos tácticos, sumados a los ejercicios físicos. Previo a la cuarentena, hicimos una gran pretemporada con Magalí Regenhardt, nuestra entrenadora. Con la idea de no perder todo esa puesta a punto, estamos trabajando a conciencia”, dijo la capitana.

Acerca de la adaptación al protocolo, Lescano dejó en claro que “Al principio nos costó lo de no poder estar todas y entrenar con tiempo limitado. Lo fuimos manejando y adaptándonos. Así, logramos desarrollar nuestra paciencia y tolerancia tanto dentro como fuera de la cancha. Hay que seguir haciéndolo desde lo grupal con mucha energía positiva”.