El siete de septiembre de 1979, en Tokio, Japón, Argentina se consagró campeón del mundo juvenil por primera vez en su historia. El combinado Sub 20, dirigido por César Luis Menotti, derrotó en la final del Mundial a la Unión Soviética por 3 a 1, con goles de Hugo Alves, de penal, Ramón Díaz y Diego Armando Maradona. Ponomarev marcó para los soviéticos. 

Así formó el conjunto nacional aquella gloriosa noche: García; Carabelli, Juan Simón, Rossi, Alves; Juan Barbas, Rinaldi (después ingresó Meza), Diego Armando Maradona; Osvaldo "Pichi" Escudero (luego reemplazado por Torres), Ramón Díaz y Calderón.

Fabián Mazzi, en Diez en Deportes, habló con Rubén Rossi, quien recordó este gran logro para el fútbol argentino, y comenzó diciendo: "Esa pelota que empecé a perseguir de chico en mi Barranquitas natal me dio la posibilidad de tener muchos amigos. Es un hito muy importante en mi vida, ya que se me viene la imagen de mi papá y mi mamá cuando llegué a Sauce Viejo luego de ser campeón, donde le puse la medalla a mi papá. Luego tengo una foto con ellos en la sede de Colón donde me fue a recibir una gente a los que siempre les estaré agradecido y que me cobijaron como pocas veces me pasó en mi vida".

"Desde la primera vez que lo vi a Diego Maradona me llamó la atención que tenía los botines desatados. Incluso cuando lo vi tenía un par de zapatillas azules, que estaban desatadas, y cuando se cambió para hacer fútbol y se puso los botines también los tenía desatados, no entendía cómo podía hacerlo cuando yo me daba 10 vueltas. Tenía la capacidad de convertir el esfuerzo en gracia, y por eso se llamó Diego Armando Maradona", reveló Rossi en otra parte de la charla.

Y Rossi agregó: "Fue un equipo maravilloso desde la concepción y la idea del Flaco Menotti, donde el desafío era que los fubtolistas intentemos jugar lo mejor posible, donde nuestro objetivo era jugar cada vez mejor. Estábamos convencido que si lo hacíamos sería difícil vulnerarlos. Cuando llegamos a jugar ese Mundial teníamos 30 partidos arriba, no es como ahora que se juntan y juegan el Mundial. Los lunes y martes entrenábamos y el miércoles jugábamos contra un seleccionado del interior, o Ligas de Rosario o Córdoba, con jugadores de Talleres y Belgrano. Llegamos con ese vagaje. Me hace debutar contra el Cosmos en Tucumán, donde jugaban Franz Beckenbauer campeón del mundo, Carlos Alberto lo mismo. Lo tuvimos que marcar a Giorgio Chinaglia que venía de hacer como 50 goles con la Lazio y medía 1.90. Con ese roce, jugando contra jugadores de jerarquía podíamos crecer, entrenar y no podemos engañarnos que teníamos al As de Espadas como fue Kempes en el 78 o Maradona el 86. Aunque no era Maradona solo, era el salto de calidad, como lo da Messi en el Barcelona, pero está claro que se necesita de un equipo, ya que cuando el equipo no aparece un solo jugador no va a solucionar todos los problemas".

Sobre si tiene relación con los jugadores de ese equipo, contó: "Tenemos un grupo de Whatsapp que se llama Juvenil 79, donde está el 99% de los jugadores. Diego no está pero participa normalmente, cuando llega esta fecha publica en su cuenta de Instagram y los muchachos suben los comentarios de cómo se iban dando esos partidos. Tenemos una relación maravillosa. Nosotros no ganamos como pudimos, ganamos como quisimos".