El 14 de febrero de este año, Alan Galván moría apuñalado en la costanera oeste luego de ser atacado por otros jóvenes. Tenía 17 años y había ido a celebrar con su novia y un grupo de amigos el Día de los Enamorados.

Sucedió cerca de las 4 de la mañana en inmediaciones de un parador que se encuentra entre las calles Calcena y Almirante Brown (cerca del parque de la locomotora). Alán y un amigo fueron atacados y recibió varios puntazos con un cuchillo de cocina, uno de ellos en la zona del cuello que afectó el funcionamiento de la base del cráneo y provocó una gran hemorragia que acabó con su vida horas más tarde en el hospital Cullen.

Casi siete meses después, su madre, Sara, recibió la noticia de la detención del principal sospechoso del asesinato a través del Móvil de LT10 con el que accedió a conversar en exclusiva.

“Tengo una mezcla de felicidad con cosas que no me entran en el cuerpo” comenzó relatando Sara, quien aseguró que desde el primer momento se conocía la identidad del agresor, pero que todo se demoró porque la “fiscal le había dado a entender que los testigos no eran loables”.

Entre otras de las frases resonantes de Sara, se destacan que la fiscal Cristina Ferraro, quien lleva adelante la investigación, le había llevado tranquilidad y le había asegurado que todo estaba encaminado.

“Quiero justicia y que paguen lo que tengan que pagar. Mi hijo tenía 17 años, una vida por delante, miles de proyectos” acotó Sara en medio de la mezcla se sensaciones que tiene en este momento.

En todos estos meses, reinó la incertidumbre sobre los motivos que llevaron al brutal ataque, debido a que su hijo habría sido asesinado por defender a su amigo. Sin embargo, todo este tiempo la familia de Alan debió soportar que el supuesto asesino se jactara de que nada le iba a pasar, y que “iba a entrar por una puerta y salir por la otra”. Además, el vive a tan sólo una cuadra y media y suele pasar por la vereda  “burlándose” de ellos.

“No voy a estar tranquila hasta que la fiscal me lo diga. Esto no termina acá, hay un proceso y quiero que sigan hasta las últimas consecuencias, y que los coautores paguen” que ya están identificados, concluyó Sara.

Para Sara, Alan “era el mejor hijo, el mejor compañero. Él estaba con este chico porque lo quería sacar adelante, le enseñaba a cortar el pelo; quería volver a conquistar a su novia, para el día de mañana casarse (...) No sé si habrá sido por envidia, hasta el día de hoy desconozco porque se ensañaron tanto como lo hicieron con Alan. Era un chico sano, deportista”. 

Por su parte, Lucas, el amigo de Alan que estaba la noche del ataque, denunció haber sido amenazado y tiene miedo de declarar. 

Audio: Móvil LT10 Luis Amsler con Sara, mamá de Alan Galván