Era la última jugada del partido: Carlos De Giorgi bajó a Riaño en el área y el árbitro Patricio Loustau lo echó al arquero de Rafaela. Ya sin posiblidad de cambios para el equipo de Leo Astrada, fue el Polaco Bastía el que se calzó los guantes. Se paró bajo los tres palos, a doce pasos el propio Riaño (por pedido de Madelón) acomodó la pelota, tomó distancia y definió suave, a media altura, al palo izquierdo de Bastía, quien voló y evitó que la derrota fuera por una diferencia mayor (la Crema cayó 3-2 ante Unión).

"Lo pateé a un costado y se tiró bien, pero lo importante es que ganamos", dijo Riaño, quien le permitió lucirse en la última al Polaco, quien pese a su atajadón se fue masticando bronca por la derrota. fue un 26 de septiembre de 2015.