Uno de los temas que centró la atención del mundo Colón en las últimas semanas fue Tomás Chancalay, el delantero que tiene contrato hasta el 30 de junio del año que viene.

Los dirigentes intensificaron las gestiones para extenderle su contrato, ya que está ante la posibilidad de llegar a enero en esta condición y firmar con cualquier club en calidad de libre, como lo hizo Braian Galván en el arranque de 2020 cuando se convirtió en jugador de Colorado Rapids, más allá que recién se fue a Estados Unidos en julio, cuando se le terminó su relación laboral con el Sabalero.

El representante Adrián Ruocco hace mucho tiempo que venía pidiendo por una suba de los haberes de Chancalay, que a su entender habían quedado muy desactualizados para el momento del fútbol y en relación a otros jugadores de Colón.

Pero en ese momento no hubo una respuesta favorable, lo que tensionó la relación entre las partes. Por eso costó que se volvieran a juntar para ponerse a hablar sobre esta situación, que resulta clave para proteger al patrimonio del club.

Cuando parecía que había grandes diferencias que impedirían llegar a un acuerdo, las partes hicieron un gran esfuerzo y en las últimas horas habrían llegado a un acuerdo de palabra, que ahora solamente restaría traducir en un nuevo contrato.

El vínculo con el jugador sería hasta diciembre de 2023, mientras que se le triplicaría el sueldo que venía percibiendo. Sin embargo, la negociación podría terminar con Chancalay jugando a préstamo en un club del exterior, como consecuencia de las dificultades que tendría Colón para poder hacerle frente a semejante contrato.