Consejos para aumentar las defensas

Hábitos diarios para que el sistema inmunológico no se debilite

Las defensas son claves en el organismo debido a que repelen las infecciones y tratan enfermedades graves. Es importante el conocer en todo momento si están demasiado bajas. El cansancio o la falta de energía durante el día puede ser sintomático de que se tiene un sistema inmune algo débil. El padecer infecciones víricas de manera habitual también es un indicio.

Hay muchos que piensan que un análisis de sangre puede indicar si su sistema inmune está bajo. Ello se debe a que los glóbulos blancos y rojos no forman parte del sistema inmunitario. O que un fármaco puede solucionar el problema. Sin embargo, los expertos aconsejan el llevar unos buenos hábitos de vida para conseguir subir las defensas.

Una persona considerada sana tiene muchas menos posibilidades de contagiarse que otra que sigue un estilo de vida mucho menos saludable y con todo tipo de excesos. La fuerza del sistema inmunitario depende en una gran medida del llevar una alimentación lo más sana y equilibrada posible y de hacer ejercicio físico de una manera regular.

Además de seguir una buena alimentación y hacer deporte de manera habitual, hay otra serie de hábitos que pueden ayudar:

– La falta de descanso provoca que el sistema inmune se debilite más de la cuenta. Es aconsejable el descansar y el dormir al menos unas 7 u 8 horas al día para evitar una bajada importante de las defensas.

– Las emociones forman parte del sistema inmunitario. Es por ello que es importante el tener siempre una actitud positiva ante la vida. Una persona con un alto nivel de estrés y de ansiedad tiene más posibilidades de contraer algún tipo de afección que otra que es feliz y se ríe de manera habitual. Desechá por tanto los pensamientos negativos de tu vida.

Cada célula que compone el sistema inmunitario tiene una función crucial a la hora de defender al organismo de posibles virus:

– Los neutrófilos son las primeras defensas en aparecer, con el fin de eliminar a posibles virus que entran en el organismo.

– Los macrófagos se tragan a los virus y a las bacterias que suponen una amenaza para la salud.

– Los linfocitos de tipo B son los encargados de producir anticuerpos para eliminar a los invasores.

– Los linfocitos de tipo T participan en la producción de anticuerpos y ayudan a los macrófagos a eliminar a los diferentes virus.

– Las células dendríticas se encargan de reconocer a los invasores y de eliminarlos.

Es clave que este tipo de células estén fuertes en todo momento ya que de esta manera es más complicado y existe menos riesgo de contraer enfermedades. Unas defensas altas son claves a la hora de evitar afecciones tan habituales como la gripe.