El iPhone 12 se vende sin cargador ni auriculares

El nuevo modelo no traerá ni cargador ni auriculares en la caja; sólo en Francia se incluirá auriculares, que son obligatorios por ley.

En la caja del nuevo modelo el comprador no encontrará ni un cargador ni unos auriculares. Únicamente, el teléfono y un cable de USB-C a Lightning. Una medida que afectará también a partir de ahora al resto de smartphones de Apple a la venta. Según la tecnológica, eliminar estos elementos reduce tanto las emisiones de dióxido de carbono como la minería de materiales empleados en estos productos. La polémica está servida: ¿lucha contra la emergencia climática, postureo o negocio?

Este cambio de rumbo es un paso a favor de la línea planteada en los últimos años por las instituciones europeas. La Comisión tiene como objetivo primordial reducir el impacto medioambiental de los desechos electrónicos. De acuerdo con su último estudio, publicado en febrero, las compañías han de apostar por las llamadas medidas de disociación. O, lo que es lo mismo, vender teléfonos sin cargadores. El Parlamento también apuesta por estas políticas. En una resolución aprobada en enero por una amplia mayoría, exigía que los consumidores no estuvieran obligados a adquirir un nuevo cargador cada vez que compraran un dispositivo.

Sin embargo, Apple rechaza la que sería la medida más respetuosa con el medio ambiente: aceptar un cargador universal para todas las marcas. No están dispuestos a renunciar a su propio cable, el Lightning -salvo en los iPad Pro, que utilizan el USB-C desde hace dos años-. Entienden en la tecnológica que adoptar un cargador único, diferente al suyo, socava la innovación en vez de alentarla y daña tanto a los consumidores como a la economía general.

Al margen de saber si la Unión Europea conseguirá doblegar a Apple, la nueva estrategia introducida con la comercialización del iPhone 12 alienta el debate sobre cuáles son sus verdaderas intenciones. La compañía argumenta que quitar los auriculares y el cargador de la caja reduce la huella de carbono en la logística y la distribución al disponer de un 70% más de almacenamiento en un mismo pallet, entre otras muchas ventajas. Según sus previsiones, estos cambios equivalen a sacar de la carretera unos 450.000 autos al año.

La otra cara de la moneda es el beneficio que obtiene. Los costes de producción son menores y el margen que obtiene es mayor en un área, como la venta de terminales, que representa el 54,7% del total de ingresos anuales. 

Más accesorios, más dinero

Apple sí entrega un cable (sin cargador para el enchufe eléctrico) con el teléfono. Así que es verdad que podemos utilizar cualquier puerto USB-C para cargarlo, como los de una computadora moderna. En cambio, si queremos no quedarnos sin batería y solo tenemos enchufes a mano, necesitaremos un adaptador de corriente. Apple los vende por 19 dólares. Obviamente, cada usuario decidirá si opta por comprárselo o prefiere una marca blanca; pero, con la nueva política de Cupertino, es una nueva línea de negocio. "Esto va de obtener el mayor beneficio posible por cada iPhone vendido. Y ahora podrán ganar más dinero con la venta de complementos, no solo con el propio teléfono", razona Guillermo de Haro, profesor de sistemas en el IE.