Un enclave celeste y blanco en Alemania
Alejandro Kolevich, DT del Volleyball Bisons Bühl, se refirió a su actualidad en Alemania, donde se encuentra desde 2011.
Después de varias semanas de estar afuera, uno empieza a extrañar. Por eso, la quinta parada de #SVMochilero en su itinerario 2020/2021 es un lugar en el que la tonada argentina se escucha desde hace años, gracias a tantos de los nuestros que por ahí pasaron, para mitigar un poco esas ganas y seguir viaje. Turno de desarmar las valijas en Bühl, Alemania.
Quien abre las puertas en esta ocasión es Alejandro Kolevich, DT del Volleyball Bisons Bühl que desde 2011 tiene presencia argentina: allí han estado Tomás Ruiz, Bruno Lima, Rubén Wolochin y varios más. Llegado en 2018 para trabajar con las inferiores, el entrenador describe al equipo de la temporada actual: “Armamos un equipo interesante, con 8 o 9 jugadores profesionales junto a 6 del segundo equipo, chicos campeones Sub 20 hace dos años. Es la primera vez que se logra ensamblar el proyecto de inferiores con el de la liga. Es un grupo con mucha proyección”.
Junto a él están otros dos argentinos, uno dentro de cada grupo de jugadores: Tomás López y Luciano Aloisi. “Los dos se ensamblaron muy bien. Tomás está acostumbrado a este tipo de equipos, mientras que Luciano está como segundo armador en la Bundesliga y también integra el segundo grupo, que juega la competencia regional y arrancó invicto”, explica Kolevich.
Luego de tres jornadas, Bühl es nada más y nada menos que el puntero de la Bundesliga (que también tiene a Rodrigo Quiroga, Juan Manuel Serramalera y Agustín Briscioli, los tres en Frankfurt), con un arranque que incluye un resonante 3-1 sobre Berlín, equipo de nivel de Champions League europea. “No esperábamos ganarles, fue una sorpresa muy linda”, reconoce Alejandro y asegura: “Hicimos una pretemporada muy buena desde agosto y estamos jugando bien. Ojalá sigan los éxitos, pero más allá de eso trabajamos para el desarrollo del equipo.”
Incluso, Bühl no sólo está de parabienes en lo deportivo: el efecto COVID-19 hizo que muchos alemanes se volcaran al turismo interno, lo cual le vino bárbaro a esta ciudad de 30 mil habitantes del sudoeste de Alemania, situada a pocos kilómetros de la Selva Negra, un punto turístico natural de reconocimiento internacional. Kolevich agrega más data: “Hay mucho para hacer al aire libre, como trekking o bicicleta, y también mucha gastronomía tradicional: torta con café, wurst, frutas, vino blanco. Es una zona bastante húmeda, con viñedos. También estás cerca de Baden-Baden, conocido por sus termas, y de Estrasburgo, ya cruzando para Francia. Todo hermoso.”