"El dolor es temporal, pero el orgullo es eterno". Con esas palabras, Marcos Camino, líder de Los Palmeras, sintetiza su recuerdo sobre la histórica final disputada por Colón en Paraguay hace un año. "Eso es lo que nos tiene que quedar a los hinchas. El orgullo de haber tenido y disfrutado ese momento", rememora en diálogo con LT10.

Sobre el momento en que salió a la cancha para dar el show, contó: "Recorrí esos 50 metros desde la orilla del campo hasta el círculo central con la mente nublada porque la gente que estaba alborotada y gritando desde el momento que entramos. Perdí el sentido del tiempo y la distancia. Nunca me lo voy a olvidar".  

En cuanto a las repercusiones del tema Yo soy sabalero, expresó que "para la historia de Los Palmeras marcó un quiebre". "Cuando explotó de la forma que explotó sentí una satisfacción enorme porque le pegamos en el clavo", celebró. "De ahí en más a todo lugar al que íbamos era obligación hacer el 'aeeea'". 

"Verlo a Messi o a Maradona cantándolo... son caricias al alma que Dios nos va poniendo en el camino. Es un poco el premio a tantos años que hemos luchado con la música. Dios nos ha dado demasiado, mucho más de lo que merecíamos. Esto de Colón no tiene comparación", cerró, emocionado. 

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