Unión terminó una semana para el olvido. Si bien es cierto que había complicaciones, la confianza era lo que imperaba, sin embargo las cosas que no salieron y se terminó quedando afuera de las competencias importantes en esta temporada. Primero, no pudo quebrar a Bahía en Santa Fe y se despidió de la Copa Sudamericana, que a priori era la gran meta, y después perdió con Atlético Tucumán en casa 5-3, cuando le alcanzaba con solo empatar para meterse en la zona Campeonato de la Copa Diego Maradona.

Un momento anímico bajo que se traduce en el campo de juego. Ahora solo resta enfocarse en la instancia Complementación que se sorteará este lunes, donde jugará tres partidos de local de los cinco, donde estará un lugar en la próxima Sudamericana. Por eso estos días serán de mucha reflexión y análisis por parte del cuerpo técnico de Juan Azconzábal, que además deberá hacer foco en la moral para afrontar lo que viene.

Amén del sabor amargo de estos golpes, la aparición de chicos invita a pensar con cosas importantes a futuro. Buenas intenciones que habrá que sostener en base a los momentos y circunstancias. A eso se agrega la predisposición de siempre ir al frente e intentar ser protagonista. Muy saludable en tiempos de "practicidad".

Pero el DT sabe que es preciso mejorar para encontrar un equilibrio, porque se convierte poco y recibe muchos goles. Todavía hay camino por delante y posibilidades de crecimiento. El tema es ver cómo repercute esta semana con resultados deportivos inesperados. De todas maneras, Vasco no se resiga y confía en este plantel.

La competencia sigue y los incentivos también, es cuestión de ver cómo se encara y con qué ánimo. En eso deberá insistir para encontrar el cauce de la victoria.