La herencia de Diego Maradona está dejando mucha tela para cortar y todos los días se escribe un nuevo capítulo sobre la novela del testamento del 10. Es que a los cinco hijos que reconoció en vida el astro del fútbol mundial se suman otros jóvenes que reclaman su paternidad desde hace años, algo que deberá resolver la Justicia.

En 2012, conociendo esos reclamos, incluído el de Diego Junior, Maradona decidió redactar un testamento en el cual declaraba como únicas herederas a Dalma y Gianinna, las hijas que tuvo con Claudia Villafañe, destinando el porcentaje máximo permitido por ley, por encima de los otros hijos que pudieran aparecer.

Sin embargo en 2016 el eterno capitán de la Selección argentina se enojó por la posición que tomaron sus hijas en el conflicto legal que tenía con su ex esposa, ya que tomaron posición en favor de esta última, y entonces pidió la anulación del testamento que, incluso, llegó a decir que lo firmó contra su voluntad.

El diario La Nación reveló hoy los documentos que firmó el 10 cuando trabajaba como director técnico en Dubai. Desde allí los papeles fueron remitidos a la Embajada argentina en los Emiratos Árabes para terminar en el Ministerio de Relaciones Exteriores, con su traducción correspondiente.

En el mismo, Maradona dispone anular el testamento redactado en primer lugar "y lo considera improductivo de efectos legales, advirtiendo actuar en virtud del mismo bajo apercibimiento por todas las responsabilidades civiles y penales, si se constatara una actuación en virtud del testamento a partir del día de la fecha".

A partir de esa decisión tomada en marzo de 2016, todos los hijos de Diego Maradona quedaron en igualdad de condiciones ante la ley en lo relativo a la sucesión. Actualmente están en trámite dos expedientes de filiación interpuestos por Magalí Gil y Santiago Lara. Será la Justicia la que resolverá las causas pendientes por parte de quienes pretender ser reconocidos como hijos -y herederos- del Pelusa.