China reportó hoy la primera muerte por coronavirus en los últimos ocho meses, en medio de un rebrote de casos y en la previa a la llegada de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La Comisión Nacional de Salud no brindó detalles sobre la víctima fatal: sólo informó que el fallecimiento ocurrió en la provincia de Hebei.

Varias ciudades de ese distrito, que rodea a Beijing, fueron puestas en confinamiento para contener el aumento de contagios de COVID-19 que puso en alerta a las autoridades del gigante asiático en las últimas semanas.

La última muerte por coronavirus que había anunciado el Gobierno chino había sido en mayo de 2020.

Además, la CNS indicó que 124 de los nuevos casos positivos fueron contagios locales: 81 fueron reportados en Hebei y 43 en el noreste de la provincia de Heilongjiang.

Aunque el número de contagios que se registró en las últimas semanas es mínimo si se lo compara con las cifras que contabilizó China a comienzos de 2020, el Gobierno liderado por Xi Jinping decidió confinar a más de 28 millones de personas para evitar un rebrote que se esparza por todo el territorio.

La nueva ola aparece antes de la fiesta china de Año Nuevo, cuando cientos de millones de personas viajan a sus ciudades de origen para celebrar junto a sus familias.

El resurgimiento de COVID-19 ya hizo que algunas provincias desalentaran los viajes, lo que podría llevar a reducir la movilización de personas y amortiguar el consumo durante el largo descanso.

En ese sentido, en Heilongjiang se instó a 37,5 millones de residentes a pasar las próximas vacaciones de Año Nuevo Lunar en la provincia y abstenerse de viajes innecesarios.