Barcelona venció ayer por penales a Real Sociedad, tras empatar 1-1 en los 90 minutos reglamentarios, y avanzó a la final de la Supercopa de España. Más allá del triunfo, como suele ocurrir, las miradas se las llevó Lionel Messi, que quedó marginado del partido por una molestia muscular. Ahora, la preocupación en el Blaugrana se intensifica porque podría perderse la final del domingo.

Lo probaron hasta el último momento en el Nuevo Arcángel de Córdoba, pero finalmente fue preservado. El rosarino arrastra los problemas desde el anterior partido de Liga ante el Granada, el pasado sábado, cuando fue sustituido en el minuto 65. Ante esto, Koeman no lo arriesgaría por más que la final sea con el Real Madrid.

El Barça reanudará su participación en la Champions League en un mes, el próximo 16 de febrero, y una posible ausencia de la Pulga significaría un grave contratiempo para los planes del entrenador, que ha visto como han ido cayendo por lesión varios jugadores importantes del equipo.

De este modo, solo se vestirá corto en el estadio de La Cartuja de Sevilla si desaparecen las molestias en los próximos entrenamientos y no existe riesgo de lesión. Sin el argentino, Barcelona compitió a gran nivel ante la Real Sociedad con un equipo de circunstancias.