Desde hace algunos días, circula por las redes sociales una conmovedora y valiente carta pública de Erica Rozek, una santafesina que perdió a su papá por Covid, tras pasar más de 26 días internado en la terapia intensiva del Hospital Cullen.    

Además, de describir el duro momento que pasó su familia ante la pérdida de su papá por esta enfermedad, hace un reclamo púlbico al sistema de salud santafesino para que se busque la forma de que algún integrante de la familia pueda acompañar a los enfermeso de terapia y se busque una manera de contener a las familias, dentro de lo posible.   

En uno de los tramos más contundentes de la carta, sostiene que “de la atención médica en la Terapia del Cullen, no tengo nada para decir. Agradezco que intentaron hacer todo y más para salvarlo. Pero ¿qué hizo el gobierno provincial todo este tiempo? ¿No pudo preparar a un equipo interdisciplinario que acompañe a las familias de los pacientes en riesgo durante todo el proceso? ¿No podían generar otros protocolos más humanos?
Dejar a mi viejo en el Cullen fue como dejarlo en una cárcel. Me negaron todo con él, y ahora, no hay vuelta atrás. Nadie me lo devuelve para poder darle el último abrazo”.