En Pasaje Larramendi y Aristóbulo del Valle, un tren volvió a descarrillar, rompió la vereda y quedó a menos de dos metros de una casa.

Según pudo saber el móvil de LT10, ocurrió en la madrugada del domingo, la formación dejó visibles daños en el asfalto y quedó a metro y medio de una vivienda.

El tema de los descarrilamientos es una constante, hubo algunas mejoras, pero el constante vandalismo hace que el problema no tenga solución.