Esta es la situación del Centro de Salud Juventud del Norte, ubicado en la intersección de las calles Ayacucho y Rosas.

Maximiliano Puigpinos coordinador centro explicó al Móvil de LT10 que se encuentran “ante políticas de salud poco claras” y que  la atención de salud primaria es el último orejón del tarro”.

No sólo tienen falta de insumos, sino que “el personal está fusilado” ante la pandemia, y el comienzo del 2021 no parece ser muy distinto al del 2020: “no hay presupuesto y burocracia para los reemplazos”.

Por otro lado, lo más llamativo es que se trata de un centro hisopador y aún no han sido vacunados contra el coronavirus. “Ningún centro de salud todavía no ha sido vacunado, somos la primera línea, somos trabajadores esenciales” cerró el profesional.

La entrevista se dio en el marco de un abrazo simbólico que realizan vecinos del barrio y profesionales de la salud al edificio, no en forma de protesta, sino para pedir que se les brinden más herramientas a un centro médico que atiende a seis barrios.

“Somos un grupo de vecinos que queremos apoyar a nuestro centro de salud ante un montón de problemáticas, porque cuando queremos tener la atención primaria nos encontramos con un montón de inconvenientes” explicó Cecilia, una vecina al Móvil de LT10. “Este centro que está funcionando en este edificio nuevo hace un año, atiende prácticamente a seis barrios: Juventud, Scarafía, Santo Domingo, El Tránsito y aparte sostiene algo de Cabal y Acería” agregó.

Además, se inauguraron una gran cantidad de viviendas en las inmediaciones y prontamente se inaugurarán otras. Es un territorio de aproximadamente 10 mil habitantes, con una consulta mensual de 2.000 personas.

“El centro de salud cuenta con pocos insumos y herramientas. El primer reclamo es que no hay una línea de soporte de internet ni de telefonía fija, sólo un whatsapp  que está colapsado” detalló Cecilia. Esa línea sirve para que los vecinos soliciten los turnos a las diferentes especialidades, pero también lo usan los profesionales para gestionar los turnos ante otras instituciones.

 En un segundo orden, el reclamo es para que se brinde un apoyo a la parte administrativa, ya que sólo cuentan con una sola persona, “y a veces la Asistente Social tiene que colaborar, dejar de hacer sus funciones para ayudar a Carolina a satisfacer las necesidades de turnos”.

 La tercer problemática es la falta de personal, que es insuficiente para la cantidad de personas que usan el centro de salud.