Rodrigo Amaral, el exvolante de Nacional, finalizó su contrato con los tricolores el pasado 31 de diciembre, y ya encontró nuevo club. Tras analizar algunas propuestas para continuar su carrera terminó de decidirse por Colón ya que desde lo económico le sirve, jugará en el fútbol argentino y además fuellamado por Eduardo Domínguez, el técnico que lo dirigió en Nacional a principios de 2019. 

El jugador llegará en condición de libre, a préstamo por un año y tratará de incorporarse lo antes posible a los trabajos del plantel. 

“Quiero encontrar un club que me proteja, me cuide y juegue, que es lo que necesito yo”, señaló el uruguayo en diálogo con un medio de dicho país. “Le agradecí por el llamado”, comentó. “Me llegó la propuesta incluso con contrato de Colón" destacó días antes.

Además señaló que terminó su vinculación con Daniel Fonseca, el representante de jugadores con el que trabajaba. Amaral, zurdo que también puede desempañarse como mediapunta, debutó en 2015 y en 2017 estuvo cedido a Racing Club. 

Su carrera y los problemas de sobrepeso

A principios del 2017, luego de destacarse en el Campeonato Sudamericano Sub-20 de Ecuador, el talentoso zurdo decidió no extender su contrato con Nacional de Montevideo, lo que le valió ser apartado del plantel profesional del Tricolor. Así, tras disputar el Mundial juvenil de Corea del Sur en mayo de 2017, el enganche quedó libre y acordó su incorporación a la Academia, con la ilusión de encontrar su lugar en el fútbol argentino.

Sin embargo, la falta de ritmo de competencia le pasó factura al charrúa, que llegó a Avellaneda con un notorio exceso de peso y ni siquiera tuvo la posibilidad de entrenarse con el primer equipo: durante su primer semestre en el club, apenas pudo disputar algunos partidos en la Reserva, en los que ni siquiera logró completar los 90 minutos. Así, nunca se pudo ganar un lugar en la consideración de Diego Cocca ni la de Eduardo Coudet.

Durante todo el semestre pasado el futbolista de 21 años fue sometido a una rutina especial para llevarlo nuevamente a su mejor forma física. Y, tras el receso por el Mundial, apareció en la pretemporada con un físico completamente diferente al que había mostrado en sus primeros meses en el club: el uruguayo bajó alrededor de 10 kilos y logró un cambio de apariencia impactante.  Por supuesto, el Chacho no pasó por alto el esfuerzo y lo recompensó: el charrúa estuvo en la pretemporada de la Academia en Estados Unidos y dejó muy buenas impresiones en el cuerpo técnico. Sin embargo no pudo cumplir con las exigencias, terminó jugado poco y regresando a Nacional.