Bolivia: tras los incidentes, Evo Morales derogó el "gasolinazo"
El presidente boliviano, Evo Morales, derogó un decreto de incremento de los combustibles hasta un 83%.El presidente boliviano, Evo Morales, derogó un decreto de incremento de los combustibles hasta un 83%, que estuvo vigente sólo cinco días y provocó violentas protestas, en una decisión que los analistas consideran como su primera gran derrota política en cinco años de poder.
Cerca de la medianoche del último día del año, Morales anunció que anulaba la norma que su gobierno había aprobado el domingo que buscaba eliminar una subvención a los carburantes que desde hace 12 años se mantenía en Bolivia, tras las violentas protestas que dejaron 15 heridos y numerosos detenidos en La Paz y en la vecina ciudad de El Alto, bastión político del presidente.
"Hemos decidido, en esta conducta de mandar obedeciendo al pueblo, abrogar el decreto supremo 748 (que eleva los precios de la gasolina y el diésel) y los demás decretos supremos que acompañan la medida", señaló Morales, acompañado por sus ministros.
Agregó que "todas las medidas quedan sin efecto, no hay justificación ahora para subir los pasajes, ni aumentar el precio de los alimentos ni de la especulación", luego de que el "gasolinazo" provocara una escalada inflacionaria.
La decisión revoca también un aumento del 20% al salario mínimo nacional, que alcanzaba a algunos sectores y servía de parámetro para que el sector privado negociara con sus empleados un ajuste de salarios.
Los sindicatos -que había prometido manifestaciones para la próxima semana, luego de violentas protestas esta semana- no se han pronunciado todavía sobre el anuncio presidencial.
Las protestas más fuertes se produjeron el jueves en las ciudades de La Paz, su vecina El Alto y Cochabamba que se saldaron con 15 heridos y 21 detenidos y la amenaza de aumentar las presiones durante los próximos días.
El mandatario justificó la decisión de aumentar los combustibles porque considera un desangre para la economía los u$s 380 millones de la subvención petrolera, especialmente porque -según cálculos del gobierno- 150 millones de dólares en gasolina se iban en contrabando a países vecinos.