En la jornada del lunes comenzaron las perforaciones en el lecho de la Laguna Setúbal, en el marco del trazado para la obra del Gasoducto Metropolitano.

El objetivo es determinar el tipo de suelo, su composición geológica, para poder evaluar cuál es la mejor forma de llevar adelante la obra del cruce de la laguna para la construcción del mismo.

“La laguna es un espejo de agua muy importante que tiene cambios morfológicos en marcha, hay estudios en cursos que determinan que la velocidad de ese cambio es importante y que en unos años va a ser más parecida a una arroyo que a una laguna” explicó Juan Cesoni, vicepresidente de Enerfe. Además, “para la construcción del gasoducto tenemos que tener en cuenta proyectar esos cambios de modo tal que nuestra obra no sufra inconvenientes en el futuro”.

Para el desarrollo del proyecto es necesario “analizar el suelo, conocer sus características, en profundidad” y por ese motivo se realizarán “perforaciones de 50 metros de profundidad que permita llegar a arcillas prehistóricas para saber que resistencias tienen, y luego poder ver el proceso erosivo de la laguna y hasta donde va a llegar para ubicar el gasoducto en una zona protegida”.

Por ahora, el primer movimiento consistió en perforaciones de unos 15 metros de profundidad en la rivera del paraje El Chaquito, y en línea recta en la costa de Colastiné., en lo que podría ser la traza elegida.

El Gasoducto Metropolitano abastecerá a seis localidades: Arroyo Leyes, Rincón, el norte de Santa Fe y Colastiné, Monte Vera, Arroyo Aguiar, Recreo y con la expectativa de que se incorpore la ciudad de Esperanza. Consistirá en un proyecto que beneficiar a más de  100 mil usuario y a 6 mil comercios e industrias.

Audio: Juan Cesoni, vicepresidente de Enerfe