Este 20 de marzo se cumple un año del anuncio de la cuarentena en el país para contener el coronavirus que ya se había esparcido por el mundo y poco a poco por Argentina.

En Santa Fe, paulatinamente, los hospitales se fueron acondicionando para recibir a los pacientes en sus distintos estados. “La realidad es que se hizo un aumento significativo de la capacidad instalada desde el punto de visto de las camas y el personal, y toda la tecnología como respiradores y monitores” que fueron “extremadamente útil porque se pudo afrontar en forma adecuada el alto número de pacientes que ingresaron en el área crítica” explicó el doctor Néstor Carrizo, jefe de Terapia Intensiva del Hospital Cullen.

Con respecto a cómo se preparan para la segunda ola, el especialista recordó que en Santa Fe “tuvimos una ola con un pico muy fuerte, tuvimos un descenso de casos, pero siempre hubo pacientes internados, y estamos viendo en esta semana un aumento de números de casos positivos que acceden a la guardia externa, y de los internados tanto en salas comunes como en terapia intensiva”.

Además, explicó que el Cullen está organizado con dos áreas críticas destinadas para paciente covid, de las cuales, en una de ellas, hace una semana y media, teníamos el 50% de un área ocupada y ahora está al 100%. Mientras que la otra, la de cuidados intensivos, si bien se registró un aumento, aún tiene camas libres.

“Lo que se está viendo es que la segunda ola, es igual o peor que la primera. Por eso es que tenemos que estar preparados para una situación de este tipo, de pacientes que requieran cuidados críticos” explicó Carrizo.

Acerca de las estadísticas, durante el año pandémico, la internación en terapia intensiva se duplicó en el nosocomio: “llevamos más de mil pacientes internados al año en la situación de pandemia. Habitualmente tenemos un número mucho menor”.

Otro aspecto que se desprende de estas estadísticas es la sobrevida. “Hay dos categorías de pacientes, los que ingresaron con necesidad inmediata de asistencia respiratoria mecánica cuya mortalidad fue de un 65%; y aquellos pacientes que no la requirieron, cuya sobrevida fue de casi un 100%” especificó Carrizo.

Además, aclaró que “el determinante de la sobrevida de los pacientes son dos cosas: la necesidad de uso de respiración mecánica y la edad. Posteriormente si desarrollan otra problemática en otros órganos como ser la disfunción renal”.

Audio: Néstor Carrizo, jefe de Terapia Intensiva del Hospital Cullen