Desde el Ministerio de Educación aseguran que el 99% de los establecimientos comenzó el ciclo lectivo 2021 en la provincia de Santa Fe. El balance es positivo y con un alto porcentaje de presencialidad.

La vuelta a clases este año se produjo en un contexto marcado por la pandemia que llevó a implementar una presencialidad alternada, combinando la virtualidad y el retorno a las aulas en “burbujas”.  En la mayoría de las escuelas, los chicos asisten una semana a clases y otra realizan actividades virtuales, y así van rotando los grupos.

Las divisiones dependen del espacio, el tamaño de las aulas y la cantidad de alumnos, ya que se debe respetar la distancia y mantener la correcta ventilación de los ambientes.

En diálogo con LT10 Víctor Debloc, secretario de Educación señaló que estos aspectos y los controles sanitarios garantizan esto niveles de presencialidad que destacó como  algo “indispensable y muy importante para cualquier formación humana”. Esto combinado con las actividades en casa “con la guía que le ha dado el maestro para seguir aprendiendo” y en algunas escuelas el acompañamiento desde entornos virtuales.

Presencialidad plena

Si bien, el objetivo es volver a una presencialidad completa, Debloc indicó que es una esperanza “que tiene que ser muy racionalizada” y pensada de acuerdo al funcionamiento de las burbujas, una baja curva epidemiológica y la vacunación docente que es otro factor importante.

“Con la confianza de que tenés un elemento inoculado que te previene del contagio de la enfermedad, es posible que uno también pueda generar más tranquilidad, más confianza y más espacios”.   

Otro componente es el espacio en las escuelas, “si el grupo es pequeño y el aula es grande se podrá pensar en una asistencia presencial plena”.

En este sentido, el retorno total se facilita en establecimientos que cuentan con espacios que en este momento no se utilizan como biblioteca, comedor, laboratorio que pueden adaptarse para dar clases. También depende de la cantidad de alumnos matriculados.

Por otro lado, destacó el nivel de adaptación de los más pequeños a la nueva modalidad escolar y los protocolos a seguir.

La energía y necesidad de abrazarse, correr y jugar que es una algo que naturalmente tienden a hacer los niños y que ahora es controlada y regulada.

“Están aceptando algo que no estaba en sus expectativas”, indicó y agregó que “la plasticidad y la capacidad de aprender de las infancias impresiona”.

Segunda ola

En torno a las medidas que podrían tomarse o protocolos a modificar con la llega de las bajas temperaturas, el funcionario aclaró que dependerá de la vacunación y de lo que digan las autoridades sanitarias, pero “hay que ver cómo impacta la segunda ola”. No obstante destacó que el nivel de contagios registrados hasta ahora es débil y “lo bueno es tener la conciencia que el dispositivo escolar se abre y se cierra de acuerdo a las condiciones epidemiológicas”.