Se estrena "Bahía Blanca", un film basado en la novela de Martín Kohan

Rodrigo Caprotti estrena este jueves y en el marco de la Competencia Oficial Internacional su ópera prima que define como "un thriller deforme que no se olvida de la comedia negra".

El realizador Rodrigo Caprotti estrena este jueves y en el marco de la Competencia Oficial Internacional del Bafici su ópera prima "Bahía Blanca", filme basado en la homónima novela de Martín Kohan, al que define como "un thriller deforme que no se olvida de la comedia negra".

"Esta es una película que a cada espectador le va a resonar de una manera diferente. Es probable que muchas situaciones de la historia les sean reconocibles. Es un filme que logra desde su posición no juzgar, eso queda en manos del público. Si logramos incomodar un poco, fue una buena tarea", expresa Caprotti, oriundo de la ciudad de Bahía Blanca, en una entrevista con Télam.

La trama sigue los pasos de Mario, un docente universitario, un hombre atormentado y obsesivo, que llega a la ciudad del título con la excusa de una investigación, y ya en el lugar busca escapar de un pasado que lo apabulla hasta que se encuentra con un antiguo amigo que lo lleva a un peligroso camino sin retorno.

Protagonizada por Guillermo Pfening y con las actuaciones de Marcelo Subiotto, Elisa Carricajo, Ailín Salas, Javier Drolas y Julia Martínez Rubio, la película fue la ganadora del premio Ópera Prima del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) en 2015.


Las funciones presenciales en el festival tendrán lugar este jueves 25, a las 21, en el Espacio Incaa Cine Gaumont, y este viernes 26, a las 19, en el Museo Sívori.

Télam: ¿Cuál fue el disparador para llevar esta novela a la pantalla grande?

Rodrigo Caprotti: El inicio fue el nombre y el autor. Es una novela que lleva el título de mi ciudad, escrita por Martín Kohan. Recuerdo que cuando se editó hubo algunas controversias con el retrato que hacía de Bahía y eso me alentó más a leerla. El deseo de adaptarla llegó con la primera lectura, donde encontré una estructura de género pero que elegía ser contada de manera diferente. Ese desafío me parecía muy rico en un largo cinematográfico. Fue un deseo tirado al aire que luego se pudo concretar.

T: ¿Cómo describís lo que transita el protagonista?

RC: Mario es un hombre atormentado que elige dejar de pensar. Suspender el pensamiento del tema central de ese tormento. Obsesivo en cada relación que se le presenta en la ciudad que le pueda servir para seguir desviando su atención.

T: ¿Qué elementos de la novela tuviste en cuenta para contar la historia en imágenes?

RC: La estructura narrativa. La forma en la que se cuenta la historia y los personajes. Hay cierta extrañeza en el tono de la película que viene de esos dos elementos. Los personajes tienen muchos matices, principalmente Mario, pero todos y todas tienen un modo particular de reaccionar dentro de la ficción.

Hubo mucho de la novela que quedó afuera en la adaptación y que a mi modo de ver amplía más este mundo que contamos en la película.


T: ¿Qué lugar ocupa la ciudad de Bahía Blanca en el filme?

RC: La ciudad es el escenario donde todo sucede. El lugar perfecto para el olvido, pero donde también todo puede aparecer de casualidad en la calle. Hay una fama en mi ciudad que tiene que ver con la negación y la 'yeta', algo que no es visto en la película como negativo sino más bien como una posibilidad. La ciudad tiene todo eso que el personaje necesita poder darle otro sentido a esa fama, darle un valor tal vez.

T: ¿Cómo fue la elección de los actores y los matices de los personajes?

RC: Es un elenco impensado. A medida que íbamos encontrando a cada personaje lo íbamos cruzando y todo cobraba vida. Guillermo Pfening lleva adelante el relato en un protagónico central y la cantidad de matices que despliega con el resto son la particularidad del personaje. Elisa Carricajo es la fuerza que viene a acomodar el relato, mientras que Javier Drolas el que lo desacomoda. A medida que se presentan, todos traen algo diferente, algo en qué pensar o buscar.

T: ¿Fue especial el proceso de rodaje en tu ciudad?

RC: Tuvimos una experiencia maravillosa con la ciudad. Realmente hubo mucha ayuda de instituciones y de particulares. Pudimos filmar en pocos días y con una enorme colaboración tanto en las locaciones en interiores como en las calles. Es una gran experiencia filmar en el interior y más cuando uno es de esa ciudad.